Aunque bajaron las retenciones al campo, aumentó el aceite y la harina
El ministro de Economía, Luis Caputo, en su reciente anuncio de hace dos semanas, implementó una baja temporal en las retenciones del campo, buscando aliviar la presión sobre el sector agropecuario. Sin embargo, los resultados han ido en el sentido inverso al esperado: mientras la liquidación de productos agrícolas crece de manera modesta, los precios internos de la harina y el aceite de girasol han comenzado a aumentar.
El 23 de enero, Caputo anunció la eliminación permanente de las retenciones a las economías regionales y una rebaja temporal en las retenciones de los principales granos y cereales, que se extenderá hasta el 30 de junio. Las retenciones para el girasol se redujeron del 7% al 5,5%, y las del trigo del 12% al 9,5%, lo que representa una disminución aproximada del 20% también aplicable a la soja, cebada, maíz y sorgo.
A pesar de las intenciones del gobierno de Javier Milei de acumular dólares para combatir la inflación y facilitar la salida del cepo cambiario, los efectos han sido contrarios a lo esperado. Industriales y empresarios del sector gastronómico han comenzado a reportar aumentos en insumos clave. En declaraciones a El Destape Web, Xavier de Escalada, secretario general de la entidad pyme ENAC, informó que el litro de aceite de girasol a granel aumentó un 5,7% el mismo día del anuncio, tras seis meses de estabilidad en su precio. "Es un aumento en una commodity a pesar de que el dólar no se movió", comentó De Escalada, quien se ve obligado a trasladar estos costos a sus productos finales.
Por su parte, los panaderos también expresan su desconcierto ante el aumento en el precio de la harina de trigo, que ha subido aproximadamente un 2,7% desde fines de enero, a pesar de que las ventas se mantienen estables. Raúl Santoandré, presidente de la Federación Industrial Panaderil de la Provincia de Buenos Aires (FIPPBA), destacó que la bolsa de harina de 25 kilos ha incrementado su precio en 300 pesos, sin una justificación clara.
Con la cosecha gruesa programada para comenzar a fines de abril, se teme que los precios de la harina y el aceite de girasol continúen aumentando, alcanzando el 20% de reducción en los derechos de exportación.
La lógica detrás de estos aumentos radica en la búsqueda de rentabilidad por parte de los grandes productores, quienes, al ver la posibilidad de obtener mejores precios en el mercado internacional, tienden a ajustar sus precios internos en consecuencia. Este fenómeno se ha visto acentuado por un año difícil para el sector, marcado por el atraso cambiario, fluctuaciones en los precios internacionales y condiciones climáticas adversas.
En un contexto similar, el consumo de carne bovina ha caído a niveles históricos desde que se eliminaron los Registros de Operaciones de Exportación (ROE) en el gobierno de Mauricio Macri, pasando de 60 kilos por habitante al año en 2015 a 46,8 kilos en 2024, el menor registro desde la década de 1920.