Argentinos de bien
Ficha Limpia, del maquillaje anticorrupción al antiperonismo a cara lavada. Mauricio Macri, el desopilante abanderado de la transparencia. El periodismo top, de odiador a odiado. Spoiler: la Justicia no es independiente, tampoco en Santa Fe.
El tratamiento y posterior caída del proyecto de Ficha Limpia expuso nítidamente los comportamientos del sistema político argento, que desde ya no se restringe a la formalidad institucional sino que va bastante más allá, como se pudo observar con claridad en las principales pantallas del periodismo mainstream.
En un mundo ideal, una legislación de estas características sería bienvenida, qué duda cabe. El pequeño problema es que la Justicia de carne y hueso es lo que es y las terminales políticas de jueces y fiscales son lo que son. Por todo eso, no resulta improbable que el presidente Javier Milei o alguno de sus muchachos le haya sugerido a su aliado misionero Carlos Rovira que voltee el proyecto de la abatida Silvia Lospennato, ya que de lo contrario sería entregarle las llaves de las listas de candidatos a su enemigo íntimo, Mauricio Macri, que tiene un montón de amigotes en los distritos judiciales.
El problema que tiene el dispositivo libertario es que no puede explicarlo en público. Más todavía en las cercanías de la elección porteña, a la cual el gobierno nacional le puso todas las pilas. Es sencillo: para ganarle el PRO, La Libertad Avanza debe comerse a su electorado, que es visceralmente antiperonista. Ficha Limpia es, por definición, una demanda de ese segmento de la población, no por sus preocupaciones sobre la transparencia en la administración pública sino porque proscribe a Cristina Fernández de Kirchner.
Por más que lo maquille, a esa porción de la sociedad no le molesta la corrupción sino el peronismo. Si alguien duda de esta afirmación, piense que el abanderado de la pretendida higiene institucional es Mauricio Macri. Que alguien con ese apellido sea el portavoz de la honestidad en el manejo de los fondos estatales es un chiste que se cuenta solo.
Semejante construcción de marketing político sólo fue posible con el ayudín entusiasta de un entramado mediático poderoso y, por supuesto, con gente que tenía muchas ganas de creer tamaño relato. Ese periodismo con cara de mármol es el que preparó los festejos televisados por Ficha Limpia, que finalmente resultaron abortados.
Esos mismos figurones de las pantallas, que durante añares se dedicaron –y se dedican- a esparcir su veneno contra el peronismo en general y el kirchnerismo en particular, con el funesto objetivo de crear un clima social violento hacia la ex presidenta y a lo que ella representa, hoy lloran por los virulentos ataques cotidianos del León libertario. ¿Qué tal el sabor de la propia medicina, muchachos?
En palabras del presidente, Ficha Limpia operó como principio de revelación. Sería bueno que sirva también para que el conjunto de la sociedad se entere cuáles son, por ejemplo, los mecanismos para designar jueces y fiscales. Adivinen: se necesitan acuerdos políticos. El horror de las almas bellas.
Cuando el gobernador santafesino Maximiliano Pullaro levanta el cartel de Ficha Limpia e impulsa su incorporación en la nueva Constitución provincial, lo hace porque es un tema que le encanta a su base electoral pero también porque sabe que tiene las espaldas judiciales bien cubiertas. ¿O acaso no hubo varias decenas de funcionarios políticos del otrora Frente Progresista que saltaron a la Justicia Penal en concordancia con sectores del peronismo que pusieron sus propios jueces y fiscales?
Aviso para los desprevenidos: la Justicia no es independiente, al Papa no lo elige el Espíritu Santo y los Reyes Magos son los padres.