Este jueves el presidente Alberto Fernández participó de la IX Cumbre de las Américas en la ciudad estadounidense de Los Ángeles, donde, en calidad de titular pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), pidió la renuncia del titular de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro.

En este sentido, manifestó que "el silencio de los ausentes nos interpela", en referencia a la decisión del titular de la cartera internacional --que en medio de la cumbre recibió un escrache por su rol en el reciente proceso golpista de Bolivia-- de no invitar a Cuba, Nicaragua y Venezuela al encuentro.

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Durante su intervención, el primer mandatario argentino deslizó: "Lamento que no hayamos podido estar presentes todos los que debíamos estar", a la vez que alertó a su colega de Estados Unidos, Joe Biden, que "es momento de abrirse de modo fraterno" para "favorecer intereses comunes" porque la administración que lo precedió desplegó "una política inmensamente dañina para nuestra región".

Con esas frases, Fernández aludió en la Cumbre de Los Ángeles a la decisión de Estados Unidos de no invitar a la reunión a las delegaciones de Cuba, Nicaragua y Venezuela. En ese sentido, sostuvo: "Hubiésemos querido otra Cumbre de las Américas".

En clara referencia al organizador durante este edición, Estados Unidos, Fernández deslizó: "Para que esto no vuelva a suceder, quisiera dejar sentado para el futuro que el hecho de ser país anfitrión de la Cumbre no otorga la capacidad de imponer un 'derecho de admisión' sobre los países miembros del continente",  y agregó que "el diálogo en la diversidad es el mejor instrumento para promover la democracia, la modernización y la lucha contra la desigualdad".

En esa línea, se dirigió al jefe de Estado norteamericano y dijo: "Presidente Biden, estoy seguro de que es momento de abrirse de modo fraterno en pos de favorecer intereses comunes".

También se refirió a su antecesor, Donald Trump, y consideró que esos años "estuvieron signados por una política inmensamente dañina para la región" y aseguró que "es hora de que esas políticas cambien y los daños se reparen".

En ese contexto, destacó que la intervención del gobierno de Donald Trump ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) "fue decisiva para facilitar un endeudamiento insostenible en favor de un gobierno argentino en decadencia", en alusión a la gestión del expresidente Mauricio Macri.

En otra parte de su intervención, se refirió a la crisis económica global y señaló: "El hambre ataca. Solo debemos debatir cómo hacerlo", al tiempo que manifestó: "Ante tanta desigualdad, debemos plantear la necesidad de políticas impositivas progresivas. La renta inesperada que la guerra entregó como un regalo a grandes corporaciones alimenticias, petroleras y armamentísticas debe ser gravada para mejorar la distribución del ingreso".