Si bien asumió en diciembre en el ministerio como secretario de Prevención y Control, recién ahora Claudio Brilloni pasará a tener un rol determinante como secretario de Seguridad Pública, luego del escándalo con su antecesor, Jorge Bortolozzi.

Se trata de un comandante general retirado de Gendarmería de 60 años que tuvo un rol importante como coordinador del Operativo Conjunto de las fuerzas federales que la, por entonces, ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich enviaba a la provincia de Santa Fe. 

El ahora virtual viceministro, tiene un capital poco visto en seguridad: tanto el oficialismo como la oposición lo bancan. En más de una oportunidad le han reconocido conocimiento profundo en la materia y su recorrido. 

“La mejor decisión de Omar Perotti es poner a Claudio Brilloni como secretario de Seguridad. Es un hombre que conoce la provincia. Cuando lo designó la ministra Bullrich para conducir las Fuerzas Federales en el 2016/2017 logramos bajar los índices de violencia”, sostuvo el diputado radical Maximiliano Pullaro.

De aquel paso por Santa Fe también se recuerda que estuvo en el operativo en el que Gendarmería pretendía dar captura a los tres prófugos más buscados de la Argentina: Martín y Cristian Lanatta, junto con Víctor Schillaci -los tres condenados a perpetua por el triple crimen de General Rodríguez en 2008-, se habían fugado del penal de General Alvear el 27 de diciembre de 2015 y se decía que estaban en suelo santafesino.

Según explican, su perfil operativo y activo encaja en las nuevas tareas. En diciembre se escuchó una pregunta y ahora toma más cuerpo: por qué no se designó a Brilloni de entrada como secretario de Seguridad Pública, si tenía tantos pergaminos. El currículum deberá ser refrendado en su nuevo cargo, en un contexto cada vez más violento.