De impulsar causas de bien común, gestar el Museo de la Democracia, y aportar en campañas electorales de varios candidatos, como hombre influyente del mundillo empresarial y político local, a dormir privado de la libertad a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, en prisión preventiva por 90 días, imputado por dos delitos económicos en los que también está involucrado el juez federal Marcelo Bailaque. Ese es Fernando Whpei, hombre de las finanzas desde el grupo Unión.

Así lo dispuso este martes por la noche el juez federal Eduardo Rodríguez da Cruz, en una extensa audiencia imputativa donde los fiscales Federico Reynares Solari y el equipo de Procunar y Procelac lo acusaron de participar en una extorsión al agente de bolsa Claudio Iglesias y de haber recibido cerca de mil millones de pesos desviados desde la cooperativa portuaria de San Lorenzo y Puerto San Martín, con la supuesta complicidad del juez Bailaque. Además, se le impuso un embargo por 1.500 millones de pesos y la inmovilización de sus bienes.

Según la denuncia, Bailaque habría armado una causa penal en 2019 para presionar a Iglesias y exigirle 250 mil dólares, con Whpei como intermediario. Las acusaciones fueron respaldadas por el exjefe de la AFIP Carlos Vaudagna, hoy testigo colaborador. El objetivo habría sido frenar una investigación por lavado de dinero y evitar que Iglesias asumiera la presidencia del Grupo San Cristóbal.

La defensa de Whpei recusó a los fiscales, alegando parcialidad y argumentando que Iglesias fabricó la denuncia tras ser procesado por lavado junto a otro financista. También aseguraron que Whpei no pudo estar presente en una cena clave donde se habría pactado la extorsión, por razones médicas, y destacaron que Iglesias mantuvo relaciones comerciales con él durante años posteriores al hecho.

El juez federal Eduardo Rodrigues Da Cruz rechazó el pedido de recusación, considerándolo infundado y un intento de dilatar la causa. Evaluó que hay peligro de que el financista pueda entorpecer la causa en curso y que pueda fugarse, por lo que decidió dejarlo en prisión preventiva.

La defensa alegó que esa medida pueda cumplirla en modo domiciliaria, al alegar la necesidad de atender a una hija con discapacidad. El magistrado negó tal posibilidad y lo supeditó a que en 48 horas un comité de profesionales evalúen si el pedido es procedente. Si no lo es, Whpei seguirá cumpliendo su encierro en prisión común.