Y al cabo de dos semanas de celebrar la Copa del Mundo en su residencia de Funes, Lionel Messi voló de regreso en su avión privado hacia Francia, para alistarse de nuevo en el París Saint Germain y sumarse a la competencia del torneo local.

Leo llegó este lunes a las 21.30 al Aeropuerto Internacional Rosario junto a su esposa, Antonela Roccuzzo, y sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro. Como era previsible, un módico grupo de fans estuvo allí, para saludarlo a la distancia, en los últimos minutos del ídolo y campeón mundial en su tierra. 

Está previsto que hoy mismo reanude el entrenamiento y el miércoles a la tarde integre el equipo del PSG que deberá enfrentar al Chatearoux. 

Atrás quedaron los días en que buena parte de la atención colectiva en Rosario estuvo sobre sí y lo que ocurría en el country Kentucky, de Funes. La visita de su amigo Luis Suárez para pasar Navidad, su asistencia al cumpleaños de 15 de su sobrina Mora en Punta Barranca, la fiesta de campeones que organizó en el City Center, y el festejo que hizo la Municipalidad en el Monumento en su honor y en el de Ángel Di María y Ángel Correa, aunque sin la presencia de ninguno de los tres.