Frutapaloopas es la síntesis de una formación convocada a fines de 2019 para acompañar el trabajo solista de Emiliano Olgado (guitarra y voz), pero que la buena onda pegada durante la pandemia la terminó consolidando como un trío de rock amplio, "sin fronteras de géneros".

"Nos íbamos a llamar 'Patoncito y los Frutapaloopa', siguiendo un poco con la tendencia del Indio y sus fundamentalistas, Skay y Los Fakires o Ciro y Los Persas, pero un evento de dislexia pura lo recortó en 'Frutapaloopas", cuenta entre risas Olgado, de pies holgados, sobre el inicio de su alianza profesional y artística con Andrés Cabral (batería) y Mauro Carosela (bajo).

FRUTAPALOOPAS - DIAMANTE (Live Romaphonic)

Sobre aquellos primeros pasos, tan lejanos y cercanos a la vez, recuerda con especial cariño la tarde en que grabaron con Tery Lander: "Se interesó en la banda y se rió bastante con nuestro nombre", señala mientras se acomoda para hablar sobre el presente de la banda, con mucha producción y poco vivo aunque próximos a subirse al escenario de la Bienal de Arte Joven.

Sobre la escena santafesina, comentan: "Falta una mejor coordinación entre el Estado, la sociedad y el privado que busca hacer su negocio. El artista también debe entender que las cosas a veces no son como uno quiere y debe organizarse más."

—¿Cómo nace Frutapaloopas?

—Nace en 2019/20 con la intención de crear una formación que me acompañara en mis recitales como solista. Venía realizando la gira de Guitarra y Yo, mi primer disco solista que fue compuesto y ejecutado con guitarra criolla. La idea era instrumentar algunas de esas canciones.

Así fue como después de un corto proceso de selección, se sumaron Andrés Cabral en batería y Mauro Carosela en bajo. Comenzaron una banda pensada para solo 10 ensayos, pero que con la cuarentena obligatoria se vio onbligada a modificar su objetivo. Pasó de ser una formación solista a una banda, dado que en ese proceso se gestaron muchas ideas que excedían aquello que solo tenía que ver con armar espectáculos.

Las canciones siguen siendo de mi obra pero el criterio estético y las consultas ya no pasan solo por una decisión personal. Somos un colectivo.

Vuela Alto - Frutapaloopas

—Vuela Alto es su más reciente material: ¿Cómo fue el proceso creativo?

—El proceso creativo de Vuela Alto es un poco extraño porque la banda se formó para tocar en vivo. Empezamos a ensayar las canciones y los músicos quedaron "cebados" con cómo estaban quedando. Decidimos entonces aprovechar el tiempo de la cuarentena, con la idea de sacar un disco de mis canciones solistas, pero en formato trío.

El proceso fue remoto. Grabé las guitarras eléctricas en mi casa y Andrés la batería. Cada uno desde su lugar porque el confinamiento social lo hacía difícil. Mauro hizo lo mismo. Ese proceso duró cerca de un año, luego pasamos a la fase de mezcla, que consistió en compilar los audios, compartirlos a través de un drive y terminar la edición. El máster lo hicimos en Buenos Aires. El tiempo de post producción nos llevó tiempo por las condiciones en que grabamos, pero lo terminamos aprovechando porque nos permitió jugar mucho con las herramientas disponibles para hacer un disco más pensado y desarrollado. Lo mezclamos durante todo el 2021, lo lanzamos en febrero de este año y ya está en todas las plataformas más utilizadas.

—¿Cuáles son sus referentes o inspiraciones?

—Tenemos mucha influencia del rock en general, tanto nacional como internacional. También mucha influencia de la "música en sí", sin marcar la diferencias de géneros. Todos pasamos por muchos trayectos y momentos. Puede decirse entonces que lo que nos mantiene unidos es el gusto por la canción. Tiene que ver no tanto con un estilo en sí, sino con algo un poco más cercano a la música, sin definiciones de estilo. En una canción que agrade, transporte o muestre sensaciones.

Por eso nuestros referentes son varios. En lo personal no sigo a nadie en particular, son muchísimos artistas con los que me siento identificado. Las influencias están siempre y se notan: rock nacional, internacional, folclore, progresivo... es una influencia grande. Skay Beilinson y David Gilmour los sigo desde muy chicos. También al Raly Barrionuevo.

A Mauro le gusta Diego Arnedo, de Divididos, y es un fanático del rock nacional y de reparar las cosas viejas irreparables. Le gusta mucho el flaco Spinetta también. Andrés tiene una marcada influencia con Carajo y su baterista Andrés Vilanova. Viene de un estilo más pesado, pero la musicalidad termina siendo lo importante.

Frutapaloopas: "El artista santafesino debe organizarse más"

—¿Cómo ven el acceso a los escenarios en la ciudad?

—Hay una mayor cantidad de lugares para tocar. Como antes, pero menos precarios. Hoy las condiciones de seguridad son mejores. Si bien hay pocos escenarios grandes para tocar, hay lugares más chicos que dan esa posibilidad.

Pero siguen siendo espacios "remodelados" para el arte: una especie de bar con escenario (si hay) y dos parlantes. Hace falta dinero y apoyo, más allá del mainstream, porque al faltar el apoyo estatal (no tanto en dinero sino en facilidades para el desarrollo de espacios y expresiones artísticas), se genera en cadena una falta de apoyo por parte de la sociedad que no banca el trabajo muy duro de muchos artistas que están sin lugares para mostrar su música. Es necesario un circuito local donde diferentes proyectos puedan mantener el movimiento y el desarrollo de la carrera artística.

Soy de Coronda, me moví por la zona durante 20 años y es complicado conseguir escenarios donde brindar grandes espectáculos. Hay, pero falta. También se necesitan mejores criterios y entendimientos para acompañar al artista en su vida diaria, porque sino todo apoyo se reduce a una plataforma de streaming.

Falta una mejor coordinación entre el Estado, la sociedad y el privado que busca hacer su negocio. El artista también debe entender que las cosas a veces no son como uno quiere y debe organizarse más. Hace falta más comunicación. La escena de Santa Fe es rica en proyectos y posibilidades de artistas, pero termina siendo restringida por no tener los espacios que merece.

—¿Nos pueden contar alguna anécdota?

—En 2021 y con plena cuarentena fuimos a Buenos Aires a grabar a Romaphonic (ex Circo Beat). La productora que nos vendió el paquete incluyó una entrevista con Tery Lander, guitarrista de Carajo y Arde la Sangre. Tuvimos una conversación muy corta con él, pero charlando se interesó en la banda y se rió bastante con nuestro nombre. Luego cuando ya me voy caminando al set, siento que me tocan el hombro y me preguntan: ¿qué trajiste, qué equipo vas a usar? ¡Me dí vuelta y era él! Así que lo tuve a Tery Langer probando mi equipo antes de que grabe. 

—¿Cuáles son sus próximas fechas de presentación o novedades?

—La banda se decidió a no dar muchos shows para seguir produciendo material nuevo. Buscamos completar temas para brindar presentaciones de más de una hora. La próxima fecha será el jueves 22 de septiembre, a las 22, en el ala oeste del Rectorado de la UNL por la Bienal de Arte Joven. Así es: el 22 del 2022 a las 22.

Estamos enfocados en la grabación de un disco que se grabará en formato sesión. En vivo y en el estudio de Federico Galiano Zurbriggen, alias el 'Tuna' (FGZ Records). Van a ser cinco canciones que completarán nuestra primera lista de temas.

Así que nuestros objetivos son claros: tocar el 22 y terminar el proceso de grabación. Creo que nos debemos la posibilidad de grabar en un entorno adecuado.

Frutapaloopas recomienda

La recomendación que hacemos para el finde es: salgan al sol y disfruten de esta primavera hermosa, con los cielos despejados y sin vientos. Disfruten del aire libre y de nuestros vecinos: ¡a tomar la calle de vuelta y a no quedarnos quietos!