La nueva ordenanza en nocturnidad funciona desde el primero de abril y uno de los actores que tuvieron grandes transformaciones fueron los clubes de barrio. Es el caso del histórico Club Atlético Villa Dora, ubicado en Ruperto Godoy 1231, que funciona hace 85 años y donde se realizan los históricos bailes de los domingos (ahora sábados) en barrio Sargento Cabral. 

En comunicación con Santa Fe Plus, Adrián Ramseyer, presidente del club, realizó una lectura sobre la Ordenanza de Esparcimiento y Ocio Nocturno de Santa Fe y el impacto que tuvo en la institución, la noche santafesina y las expectativas para los próximos años. 

Los tradicionales bailes de Villa Dora se realizan hace más de 50 años. Según Ramseyer, actualmente alrededor de 900 y 1000 santafesinos se reúnen los fines de semana en el club y explica: “Varía según el día, la temporada, la época del mes, del grupo que traes y de las alternativas que haya en la ciudad, es relativo”. 

El horario establecido para los clubes es una vez por semana: los días viernes y sábados hasta las 4 de la mañana del día siguiente, mientras que los domingos hasta las 2 horas del día siguiente. Para la protección de una adecuada convivencia ciudadana, la Ordenanza prevé que cada tipo de actividad tome las medidas necesarias para evitar la contaminación acústica.

“Querían una Santa Fe apagada y lo han logrado, la verdad lo veo bastante quieto. Todos se vieron perjudicados por algo, nosotros por el horario”, declaró.

La institución fue fundada en 1938 y posee más de 100 socios y socias. En el establecimiento se dan talleres de vóley, futsal, maxi vóley, newcom, taekwondo, patín y una academia de cumbia. Recientemente inauguraron nuevo espacio deportivo “16 de Abril” entre Ruperto Godoy y Derquí, a media cuadra del club. 

Créditos Santa Fe Canal
Créditos Santa Fe Canal

—A meses de la ordenanza: ¿cómo ven el funcionamiento del club?

—A nosotros nos afectó el horario y trasladar el baile del domingo al sábado, es decir la costumbre de ser el clásico de los domingos. Ahora pasó a ser una opción de sábado.

Nos bajó aproximadamente un 20% en los ingresos, tanto cantidad de espectadores como en lo que se gana en la barra, porque al tener menos tiempo se consume menos. En términos económicos, pero después todo lo otro que piden en absolutamente nada, la sonorización la realizamos el año pasado.

Lo que sí pasa es que juega Colón o Unión un domingo a las nueve y media de la noche termina el partido de las 11:30 y termina el baile a las 2. ¿Quién va a venir de Cabaña Leiva, de Yapeyú o del Centenario?. Hasta que se cambia y llega a las 12.30, ahí radica el problema. 

También hay otras situaciones que salen de trabajar mucha gente a las 12 de la noche o a las 11, que son quienes trabajan en gastronomía y no van a venir a las 12.30 para irse a las 2. Es complicado y los gastos fijos son los mismos, el grupo de cumbia que viene, la policía, los empleados del club, entonces hay los mismos gastos, pero otros ingresos.

—¿Con esta baja en los ingresos, el club puede solventar los gastos que tienen?

—Lo que te hace el baile es crecer, como lo hizo Villa Dora. Pero sí hay que generar más recursos para mantener el mismo nivel de ingreso.

Todo el mundo sabe que lo que entra a Villa Dora es por el baile y lo devolvemos a la sociedad con actividades en el Club. En infraestructura, para que los chicos estén más cómodos y tengan donde hacer deporte, de una manera digna y competitiva. 

Si recaudamos menos y menos no nos queda otra que hacer menos. No hay muchas opciones, si nos ponen trabas tendremos que adaptarnos. 

—¿Cuándo decís que se van a tener que ir achicando a qué te referís?

—Si tenes un profesor al que no le podes pagar 10, hay que buscar uno para pagarle cinco. El bueno vale 10, el mediocre vale 5 y otro 3. Entonces para tener un buen equipo competitivo, hay que buscar siempre lo mejor: nutricionistas, psicólogos, todas esas cosas que en un momento tuvimos y ahora achicamos.

—¿Qué les comenta la gente que va al baile?

—La gente cambió mucho, de lo que era el domingo a lo que es el sábado. Entonces muchos que se quejan por redes sociales, quieren que volvamos a hacer los domingos.

Porque la mayoría de la gente que venían los domingos es gente que trabaja los viernes y sábados en horarios rotativos. O sea, gastronómicos, enfermeros, la gente que reparte en motos, en Pedidos Ya, cocineros, mozos, los que trabajan en heladerías. Trabajan a full viernes y sábados, entonces no pueden salir a bailar un viernes, un sábados.

No tienen donde salir, porque salen muy tarde y bueno su lugar era Villa Dora y ahora no lo tienen más. Esa esa es una de las quejas.

Después el tema del horario que a las cuatro se corta un sábado es muy temprano, lo que hacen es salir a otro lado o irse a la costanera y seguir tomando o escuchar música en el auto a todo lo que da en cualquier parte de la ciudad. Eso es de lo que se queja el cliente.

—¿Cómo ves a la noche santafesina?

—Querían una santa Fe apagada y lo han logrado. Hay muchos eventos que vos salías y querías ir a comer y no hay nada, lo ve la gente de afuera. Entonces, ¿cómo puede ser que en Santa Fe a las 2 de la mañana, en verano ya no quede nadie en la calle? Eso es lo que querían y lo lograron.

Lo veo todo bastante quieto, muy quieto y hablo con colegas gastronómicos de mucho tiempo y a ninguno lo benefició. Nadie dijo ‘esto me benefició. Todos se vieron perjudicados por algo, Villa Dora también en este caso por el horario. No puedo hablar nada bueno de la nocturnidad.

—¿Cómo es la relación con los vecinos del barrio?

El problema que tiene Villa Dora, por ahí es cuando sale la gente toda junta. Pero bueno, ahora en vez de salir un domingo a las 4 de la mañana, salen el sábado a las 4 de la mañana, es lo mismo.

No es que van a tomar menos, que se van a portar bien o que salen descalzos rezando del baile. De la misma forma que salen los domingos, salen los sábados. Esa es la incomodidad que hay con algunos vecinos. 

Al terminar temprano, suelen quedarse en los alrededores del Club, pero la policía se encarga de dispersarlos. Pero los chicos no se van a dormir, salen a buscar otro lugar, siempre en algún lugar caen, ni dudas de eso. 

En algunos casos se habla de que los ‘vecinos del barrio no quieren a Villa Dora’, pero en realidad son dos o tres familias. Con el resto está todo bien, incluso es bueno para la seguridad que haya movimiento en la zona.

—Sobre la nueva gestión de la Intendencia, ¿tenes algún tipo de expectativa? 

No nos reunimos con Poletti y su gente. Pero tengo entendido que va a seguir trabajando. Creo que todo el mundo se termina adaptando a una ley, a una norma. Lo que sí pedimos es que la ley sea igual para todos. Si para uno es ‘No’ que sea ‘No’ para todos los otros. Creo que en eso se mejoró bastante.

Pero bueno hablaremos, Poletti se acercó con su gente, pasó por el Club en campaña antes de las PASO. Pero no hablamos muy en profundidad, porque él mismo dijo que no estaba empapado con la nueva ley de nocturnidad, como para hablar. Ahora prometió venir en estos días asique que cuando venga vamos a hablar. No hay mucho para pelear, lo único que nosotros queremos, es tener un horario como teníamos una hora más los domingos y ya está. No más que eso.