Después de los preocupantes sucesos del sábado a la noche en Santa Fe, cuando personas arrojaron botellas de hielo congelado cual proyectiles desde el edificio lindero al bar Gente que No hacia el patio del lugar, la Municipalidad clausuró tres bares en la ciudad a partir de denuncias por ruidos molestos. "Tenemos que lograr una mejor convivencia entre los vecinos y los empresarios gastronómicos", afirmó el secretario de Convivencia Ciudadana del municipio, Guillermo Álvarez.

Los bares, de acuerdo a las ordenanzas actuales, no están habilitados para actividades de música en vivo o DJs, ni para que la gente pueda bailar. "Tienen que conseguir un permiso especial, no se puede hacer como algo periódico y común. Un bar no es para poner música en vivo, lo tienen que hacer pero de la forma correspondiente", explicó el funcionario, en comunicación con Aire de Santa Fe. Según Álvarez, van reiteradas multas hacia los locales, pero se tuvo que llegar a la medida de clausura "como única medida de controlar estas situaciones". 

La mayoría de las veces, las quejas llegan por eventos de música en vivo que los bares proponen con entrada libre y gratuita. En la ciudad, que se reactiva poco a poco mientras la pandemia continúa, hay numerosas bandas, solistas y programadores de rock, jazz, funk, indie y distintos géneros de la canción, así como artistas del teatro, que obtienen parte de sus ingresos a través de las presentaciones en vivo en bares y eventos.

En el caso de Gente que No, el sábado pasado, Ignacio Di Notto, uno de los propietarios, afirmó que siempre se enmarcan dentro de lo que pide la Municipalidad en cuanto a decibeles, horarios y días, pero las denuncias son constantes. Lo mismo sucedía, en numerosas ocasiones, con los eventos públicos en el Mercado Progreso. Desde el bar están a la espera de reunirse con la Municipalidad. 

"Si quieren seguir llevando adelante estas actividades, que nos parece bárbaro, hay que hacer las inversiones para generar las menores molestias posibles. Los bares de música como Stanley y Tribus no tienen problemas porque acondicionaron los locales", señaló Álvarez, en referencia a la Ordenanza Nº º 11855, una propuesta del ejecutivo en el momento en que José Corral era Intendente dentro del Progresista Cívico y Social. La norma estipula que, para obtener la habilitación de funcionamiento como Club de Música en Vivo, los locales "deberán contar con las obras de insonorización
adecuadas que deberán ser certificadas por profesional competente en la materia". La determinación de las obras necesarias deben regirse por el procedimiento previsto en la Norma IRAM 4062/84 y todas sus modificatorias.

La ordenanza se sancionó en abril de 2012 y desde entonces sólo Stanley y Tribus se conformaron como Club de Música, lo cual habla de la dificultad de realizar las obras, sin líneas de apoyo o financiamiento, así como de la necesidad de revisar la normativa vigente y posibilitar a los bares nuevas formas para desarrollar propuestas culturales.