La diputada socialista Érica Hynes llevará adelante este miércoles una audiencia pública para discutir los alcances de un proyecto de ley de su autoría por el cual se modifica la norma de creación del Programa de Control del Tabaquismo con el objetivo de incluir nuevos productos que llegaron al mercado, ajustar la veda de publicidad y promoción, y prohibir el arrojamiento de colillas en la vía pública.

El proyecto de Hynes se reingresó en el mes de febrero de este año con el objetivo de aplicar cambios a la vigente ley (12.432), dictada en 2005, y por la cual se creó el programa provincial de tabaquismo y es también la que prohíbe fumar en espacios cerrados como bares y restaurantes. La ley nacional que estableció la prohibición de fumar en lugares cerrados recién llegó en 2011.

Estas modificaciones llegarían a 10 artículos e incorpora dos más que buscan prohibir los cigarrillos electrónicos. “Lo que proponemos es una actualización. Pretendemos que no haya publicidad, cartelería y exhibición de estos productos en los salones de venta, además de la suma de los dispositivos electrónicos, como vapeadores, que no estaban contemplados ya que la ley es de 2005”, resumió al aire de Sí 98.9.   

La modificación propuesta apunta a incorporar las recomendaciones realizadas por la Conferencia de las Partes del Convenio Marco para el control de tabaco de la Organización Mundial de la Salud del año 2016. En nuestro país, la ANMAT, a través de la Disposición Nº 3226/11 había prohibido los cigarrillos electrónicos, lo cual ratificó en el 2016.

En cuanto a la publicidad de tabaco, existe en la provincia el Decreto Nº 2759/05 que acorta significativamente las posibilidades de hacer publicidad de estos productos, pero deja sin regular las cartelerías internas de los locales, las que suelen indicar que en ese lugar se venden productos de tabaco con sus específicas marcas, etiquetas y precio. Desde la OMS se apoya la prohibición total de la publicidad que incluye su exhibición en locales comerciales.

Un punto importante de esta modificación a la ley actual es la inclusión de penas por arrojar colillas de cigarrillos en espacios públicos, residuo que ocasiona graves daños ambientales, sobre todo en el agua, siendo un producto que no es biodegradable. “De esta forma el fumador o la fumadora se va a tener que hacer cargo de sus residuos, llevando un recipiente donde poner las colillas y después arrojarlas a la basura en su casa”, explicó.

Hynes expresó en ese sentido que esta propuesta “no busca castigar a los ciudadanos, es más bien una forma de intentar cambiar algunos hábitos para dejar de pensar que eso está bien, así como se exige no tirar la basura en la calle que no está socialmente aceptado y cuando uno lo ve le parece mal, pero con las colillas no hemos cambiado las costumbres”. “La verdad que cuando uno va a la playa y remueve un poco la arena y encuentra colillas no es nada agradable, además que es muy contaminante”, abundó.

La autora no dejó de marcar que el tabaquismo es un factor de riesgo común para las cuatro principales enfermedades crónicas no transmisibles: las cardiovasculares, respiratorias, cáncer y diabetes. La mortalidad atribuida directamente al tabaco, según la OMS, es de 16 por ciento en la región de las Américas. En nuestro país, esta afección afecta a casi 9.000.000 de personas y produce más de 44.000 muertes por año.