La convocatoria no fue casual

La masiva muestra, que reproduce según la tradición cristiana el calvario de Jesús, se realiza en forma ininterrumpida desde el año 1979, y venía superando año a año la cantidad de fieles cristianos de la ciudad, la región y de distintas provincias, hasta que la pandemia obligó a cambiar la metodología.

El Vía Crucis de este Viernes Santo superó en convocatoria al último, de 2019, y alcanzó una cifra “que superó las 400 mil personas”, informaron fuentes de la organización.  Además, hubo quienes, al igual que en los dos últimos años, siguieron la ceremonia a través del canal de YouTube de la mencionada parroquia.

Las actividades

Comenzaron a las 15 en la Parroquia Natividad del Señor con oraciones por la hora de la muerte de Jesús. A esa hora los niños y niñas rezaron el Vía Crucis por las calles del barrio, desde la Escuela Natividad del Señor. Más tarde, a las 17, hubo una lectura e intercesión, junto con la adoración de la Santa Cruz y la Comunión.

Para entonces, la zona noroeste de la ciudad lucía distinta a lo habitual: hubo unos 30 cortes de tránsito en las avenidas y las calles del barrio Rucci, lo cual causó que media docena de líneas de colectivos desviaran sus recorridos y que se reforzara la frecuencia de los ómnibus y nuevas paradas.

En el marco de los preparativos para la ocasión, además, se asignaron enormes espacios de estacionamiento en las colectoras de la avenida de Circunvalación, para organizar la llegada, circulación y evacuación de más 400 mil personas, casi la mitad de la población de la ciudad del sur de la provincia de Santa Fe.

El carismático Padre Ignacio pidió oraciones e interpeló a los políticos

Cuando los combatientes de Malvinas en Rosario portaron la imagen de la Virgen de Natividad del Señor hasta el escenario levantado en la avenida de los Granaderos y Palestina.

Este gesto fue especialmente preparado como un reconocimiento a los héroes de nuestra patria, al cumplirse 40 años de la gesta de Malvinas y a 20 años de la participación de los combatientes de Rosario en el Vía Crucis.

Integrantes del Centro de Combatientes de Malvinas en Rosario recorrieron el trayecto y el enorme predio del Vía Crucis con su tradicional cocina de campaña, con la que repartieron mate cocido a los asistentes.

La ya tradicional ceremonia religiosa concluyó con una misa en la que el Padre Ignacio, el carismático sacerdote de 71 años oriundo de Sri Lanka nacionalizado argentino, expresó ante una multitud de feligreses: “No bajen los brazos, la última esperanza es la gracia de Dios”.