“Al principio vi una escalera que no reconocí, pero después vi la otra, por la que me subían a la madrugada desde la fosa al altillo de los tormentos”, recordó Carlos Echegoy. El hombre estuvo en el sitio de la memoria hace apenas ocho meses atrás, en julio de 2022, cuando se realizó la primera inspección judicial a la antigua sede de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal Argentina

En el edificio ubicado en 1º de Mayo 2062, donde hoy hay oficinas del Ministerio de Salud, funcionó un Centro Clandestino de Detención (CCD) durante la última dictadura cívico militar. La Justicia logró determinar que el espacio se utilizó como CCD por lo menos desde 1974 hasta 1977. En ese período se registraron detenciones que fueron constatadas. 

CCD SITIO DE LA MEMORIA

"En los casos que fueron objeto de juzgamiento en la presente causa, se ha logrado establecer de manera palmaria como la delegación local de la Policía Federal Argentina también funcionó como un centro clandestino de detención y tortura durante el año 1976 -e inclusive previo al golpe de Estado ocurrido el 24 de marzo de ese mismo año", establece la Sentencia N°110/22 del TOCF de noviembre de 2022. El lugar tuvo un rol importante previo al Golpe de Estado y comienzo de la dictadura. 

Las causas que investigan los delitos cometidos en la sede de la Policía Federal se encuentran en etapa de instrucción, es decir que ninguna llegó a la instancia de juicio oral y público. Por lo tanto, no se logró condenar a ninguno de los responsables de las detenciones y torturas en el altillo. 

El edificio fue denunciado como CCD por Rubén Viola -uno de los detenidos en el edificio- en 1984 en su testimonio frente a la Conadep. Pero fue identificado como Centro Clandestino de Detención y Sitio de la Memoria en marzo de 2014, treinta años después de la recuperación de la democracia. Para ese entonces, ya había sufrido algunas remodelaciones: la fosa ya había sido tapada. 

El antigua sede de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal Argentina fue declarada sitio de la memoria en 2014.
El antigua sede de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal Argentina fue declarada sitio de la memoria en 2014.

Ocho años después, en junio de 2022, Carlos Echegoy atestiguó ante la Justicia haber estado en ese siti. En julio del se realizó la primera inspección judicial a la ex sede de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal. Ingresaron los fiscales Martín Suárez Faisal y Nicolás Sacco, el tribunal integrado por José María Escobar Cello y Luciano Lauría, la abogada querellante de Hijos Lucía Tejera,  la defensora pública Mariana Rivero y Hornos, y Echegoy que logró reconocer los espacios. 

Actualmente, la casa tiene dos plantas y una entrada de vehículos. En el fondo, hacia el interior de la manzana, se encuentra la fosa y la escalera por la que se accede al altillo donde se realizaban las torturas. Echegoy identificó la entrada de vehículos, la fosa que está tapada, un baño, la escalera y el altillo. 

La primera inspección judicial al sitio se realizó en julio de 2022 y Echegoy ingresó como testigo. (Imagen: Gentileza José Alberto Cettour . Página 12)
La primera inspección judicial al sitio se realizó en julio de 2022 y Echegoy ingresó como testigo. (Imagen: Gentileza José Alberto Cettour . Página 12)

El recuerdo de la fosa y el altillo

“Había una fosa, una escalera y otra parte arriba que entiendo que es lo que llaman altillo”, indicó Echegoy en diálogo con Santa Fe Plus. “Por la escalera, que la recuerdo porque no era muy alta ni larga, me subían a la madrugada y me chocaban la cabeza contra la pared”, narró Carlos. “Me decían ‘por acá no’ y me chocaban”, relató. 

El 30 de octubre de 1976, Echegoy fue detenido en Buenos Aires. Estaba en el departamento de su hermano en Villa Soldati. “El primer día me tuvieron en un galón en Buenos Aires, era como un taller de reparaciones, estaba encapuchado y atado a algún tipo de luminaria”, explicó. “Allí comenzaron el interrogatorio que conllevaba todas las herramientas que utilizaba el terrorismo de Estado para torturar”, afirmó. 

El edificio tiene dos plantas y una entrada de vehículos. Al fondo estaban la fosa y el altillo.
El edificio tiene dos plantas y una entrada de vehículos. Al fondo estaban la fosa y el altillo.

Echegoy recuerda que en medio de los interrogatorios escuchó a uno de sus torturadores: “Este no es nuestro, lo piden desde Santa Fe”. Esa misma madrugada lo trasladaron a la Delegación Santa Fe de la Policía Federal Argentina en 1ª de Mayo 2062. “Me indagaron todo el viaje y al llegar me dejaron en una fosa como de taller”, contó. “Yo deduje que había habido más detenidos porque había varias colchonetas impregnadas de orina”, señaló. 

Según los cálculos de Echegoy, en el lugar estuvo unos tres días, o como llevaba la cuenta él:,“tres madrugadas de torturas”. Lo trasladaban desde la fosa hacia la parte superior, es decir, el altillo. “Me subían a la madrugada por las escaleras a la sala de tortura, allí había entre cinco o seis hombres que me hacían el interrogatorio”, detalló. “Estaba desnudo sobre una cama de hierro fría, el cuerpo tensado de extremo a extremo, me tiraban baldes de agua e iniciaba la sesión”, precisó. 

Sobre sus días en la ex sede de la Delegación Santa Fe de la Policía Federal Argentina, recordó: "Me torturaron con picana eléctrica y golpes. Uno de los torturadores decía: ‘Cuando quieras decirnos algo, abrí y cerrá las mano derecha’. Uno abre y cierra la mano derecha y no puede decir nada. Entonces, otro dice: ‘escuchame, nos está tomando el pelo este hijo de puta. ¡Dale máquina!. Y sigue y sigue. Volvés a la fosa, una, dos, tres veces. La última vez alguien dice: ‘pará que este tipo se va a ir. ¡Que se vaya este hijo de puta, que se vaya! Y en un momento, yo dejo de sentir. No escucho ruidos, nada”.

La fosa y el altillo: el centro clandestino que funcionó al lado de Santa Fe Plus

Para Carlos no pasaron más de tres madrugadas hasta que lo trasladaron nuevamente. Lo llevaron al Servicio de Inteligencia de la Policía de Santa Fe, el D2 ubicado en San Martín y Obispo Gelabert. “Cuando me recupero estoy en una celda. Recupero la conciencia y escucho que alguien me dice: ‘para vos teníamos preparada la fosa. Estaba muy mal, no podía comer. No sé cuántos días estuve en esas condiciones, pero lo superé,. Estuve cerca de la muerte”, detalló Carlos en el juicio.

En el D2, Echegoy se encontró con otros cinco compañeros oriundos de Reconquista. Uno de ellos era Rubén Viola, quien luego le confirmó que ambos habían estado en la sede de la Policía Federal. “Rubén estaba en el calabozo conmigo en el Centro de Inteligencia, yo le conté dónde había estado, unas noches después lo sacan y lo llevan a él, cuando regresó me dijo que había estado en la misma fosa, en la Delegación Santa Fe de la Policía Federal”, añadió. 

Desde el Servicio de Inteligencia, Carlos y sus compañeros de Reconquista fueron trasladados a la ex casa de UDA (Unión de Docentes Argentinos), en San Martín 1309, donde siguieron secuestrados otros diez días. Más tarde los llevaron a la Comisaría Cuarta donde permanecieron 30 días más como “detenidos desaparecidos”. Finalmente, su detención fue legalizada el 5 de enero.  

46 años después, Carlos ingresó nuevamente a la fosa y al altillo entre las que pasó tres madrugadas de torturas. “El juez encontró coincidente el lugar que yo había indicado dónde estaba la fosa”, explicó Echegoy. “Arriba no había demasiados cambios, estaba la escalera y lo que llaman el altillo de los tormentos”, afirmó.