El 9 de mayo de 2015 desaparecía Chiara Páez, una adolescente de 14 años que vivía en Rufino. Estaba embarazada. Su cuerpo fue hallado al día siguiente, enterrado en la casa de los abuelos de su novio, Manuel Mansilla, luego de que él confesara el femicidio. El crimen movilizó primero a la localidad santafesina de unos 20.000 habitantes y luego fue el caso que hizo estallar el movimiento Ni Una Menos en el país. 

En 2017, Mansilla fue condenado a 21 años y medio de prisión. Pero hoy trascendió que la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe anuló la condena, al dar lugar a un recurso de inconstitucionalidad presentado por la defensora general del Juzgado de Menores, Gabriela Del Castillo. 

El detenido tendrá que ser juzgado como menor de edad y en cumplimiento de los procedimientos para menores, ya que en el momento de los hechos tenía 17 años. El fallo de la Corte, que se pronunció el 27 de diciembre pasado pero se conoció hoy, establece que es aplicable al caso una sanción correspondiente a la tentativa de homicidio.

La pena máxima que podría recibir es de 15 años, lo que posibilitaría que Mansilla esté pronto en condiciones de comenzar a gozar de salidas transitorias, ya que solo restan meses para alcanzar la mitad de la condena. En su momento, Mansilla confesó que mató a la adolescente porque ella se había negado a abortar.