El viernes 23 de diciembre de 2016, por la tarde, Romina Dusso se acercó a la Comisaría 19º de Sauce Viejo para denunciar por violencia de género a su ex pareja, Marco Feruglio, por tercera vez. Ya lo había denunciado en 2014 y en marzo de ese mismo año. Por orden de la Comisaría, Romina ingresó en ambulancia al Hospital Cullen y, después de las curaciones, el fiscal de turno, Andrés Marchi, dispuso que la trasladaran a la Comisaría de la Mujer de Santo Tomé. Allí declaró nuevamente sobre la discusión que había tenido con su ex pareja -por la cuota alimentaria de sus hijos- y la violencia física contra ella. Feruglio le había quebrado los dedos de una mano, le pegó una patada en la cabeza y le dejó un corte en la cabeza, detrás de una oreja, pero para Marchi las lesiones eran leves. Postergó el accionar para el día siguiente: no comunicó a la Unidad Especial de Violencia contra la Mujer ni al juez de turno en la órbita Civil, no ordenó la detención del agresor ni solicitó ninguna medida de protección. En busca de alguna seguridad, Romina decidió pasar la noche junto a sus tres hijos, un chico de cuatro años y mellizas de un año y medio, en el departamento de su papá. 

Horas después, a la madrugada del 24, Feruglio se dirigió primero a la casa donde vivía Romina en Sauce Viejo junto a su mamá, Claudia Oliva, y la pareja de ésta, Nicolás Strubia. No encontró a Romina y los asesinó con un arma blanca. Regresó a Santa Fe en la camioneta de la pareja y encaró al edificio de Gustavo Dusso, su ex suegro. El hombre salía a trabajar alrededor de las 5.30 de la mañana, Feruglio lo sabía y esperó la hora para atacarlo con el pasillo. 

Junto a Romina, su papá y los chicos, en el departamento estaban la pareja de Gustavo, Noelia Huss, Camila, la hermana de Romina, de quince años, y Brisa, una amiga de esta última. En 46 minutos, según se determinó luego la causa, Feruglio cometió dos nuevos homicidios, los de Gustavo y Camila, y atacó a Noelia y Romina, que resultaron heridas. Mientras, su hijo varón le pedía a Marco a los gritos “que no le hiciera nada a su mamá”. 

La responsabilidad judicial 

El 28 de diciembre, en la audiencia imputativa a Feruglio en Tribunales, Romina declaró que antes de salir del departamento, Feruglio la miró y le dijo “Arreglatelá”. La pericia psiquiátrica del femicida concluyó en que contaba con un “discurso coherente, orientado globalmente y (con) juicio crítico”. Jorge Nessier, el fiscal de Homicidios, dijo que Feruglio “actuó con una frialdad y un control de sí mismo llamativo. Esto se advierte en los registros de las cámaras de seguridad del edificio. Actúa como cualquier vecino”.

Nessier también precisó que no había constancia de las denuncias anteriores por violencia de género. “Estos antecedentes no constan en el Ministerio Público de la Acusación. Ya le solicitamos a las comisarías que habrían intervenido que nos informen. Ellos no tienen nada”, dijo.

El 30 de diciembre, Ni Una Menos Santa Fe presentó una denuncia penal ante el ex fiscal general Julio De Olazábal, reclamando la destitución de Marchi para ser procesado “por el mal desempeño de sus funciones, la realización de faltas graves en ejercicio de sus funciones y la posible comisión del delito doloso de Abuso de autoridad y violación de los deberes de funcionario público”. La denuncia señalaba que omisión de medidas decidida por Marchi en la tarde del 23 “constituyen el incumplimiento del deber de debida diligencia que corresponde a los Estados en los términos de los tratados internacionales sobre los derechos humanos de las mujeres”. El fiscal continúa siendo, al día de hoy, funcionario del Ministerio Público de la Acusación de Santa Fe.  

Ni Una Menos Santa Fe en conferencia de prensa para anunciar la presentación de la denuncia penal contra el fiscal Andrés Marchi.
Ni Una Menos Santa Fe en conferencia de prensa para anunciar la presentación de la denuncia penal contra el fiscal Andrés Marchi.

Los delitos

Se le atribuyó a Feruglio la autoría de siete delitos, todos en carácter de autor y en concurso real entre sí, y se le impuso una condena a prisión perpetua en un procedimiento abreviado que fue admitido en agosto del 2017. Se encuentra detenido en la cárcel de Coronda desde diciembre de 2016 y en principio podría solicitar libertad condicional luego de 35 años de condena. En los primeros tres años, el Servicio Penitenciario le secuestró teléfonos celulares en tres oportunidades y lo sancionó por utilizar equipos informáticos.

Cuatro de los delitos son homicidios calificados por ser realizados con el propósito de causar sufrimiento a una persona con la cual se ha mantenido una relación de pareja, por los ataques a Gustavo y Camila Dusso, Claudia Oliva y Nicolás Gabriel Estrubia, por lo que se considera un cuádruple femicidio vinculado. También se le atribuyó la tentativa de homicidio calificado por el vínculo y por ser perpetrado por un hombre contra una mujer mediando violencia de género en perjuicio de Romina Dusso y vinculado en perjuicio de Noelia Hus. Además, con una demora criminal, los fiscales le atribuyeron el delito de lesiones leves calificadas por el vínculo y por ser perpetradas por un hombre en contra de una mujer mediando violencia de género por las agresiones a Romina Dusso del 23 de diciembre.