El pastor evangélico Antonio “Tito” Aguirre de 70 años fue condenado este lunes, luego de llevarse a cabo un juicio oral y público en tribunales. Fue juzgado por el abuso sexual a siete niñas que asistían a una congregación. Los delitos fueron cometidos en un automóvil y en la Casa de Oración que esa congregación posee en Gorriti al 4.600 de Santa Fe, entre 2015 y 2017.

Los jueces Busaniche, Carraro y Ruiz Staiger establecieron la sentencia en 25 años de prisión, aunque la Fiscalía había solicitado una pena de 40 años de prisión. La investigación fue realizada por la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (GEFAS) del MPA, a cargo de la fiscal, Alejandra Del Río Ayala.

El "Pastor" fue declarado penalmente de abuso sexual simple (en dos hechos); abuso sexual gravemente ultrajante (en tres hechos); y abuso sexual con acceso carnal (en dos hechos), todos agravados por su condición de ministro de culto. En tanto, en dos casos, los jueces consideraron que el pastor cometió corrupción de menores y amenazas.

Tras la lectura de la sentencia, el padre de dos de las niñas abusadas se mostró disconforme con el fallo debido al sufrimiento de las víctimas y a que el pastor "pensó que era impune", además de remarcar que "era el hermano de sangre de la máxima autoridad del Pueblo de Dios".

Los hechos

El imputado fue detenido el 27 de octubre de 2019, cuando se disponía a votar en las elecciones nacionales en la localidad misionera de Puerto Iguazú, donde tenía domicilio.

Durante el debate, que se inició el lunes pasado en los Tribunales santafesinos, la fiscal indicó que los delitos fueron cometidos en un automóvil y en la Casa de Oración que esa congregación posee en Gorriti al 4.600 de Santa Fe, entre 2015 y 2017.

Las víctimas fueron siete niñas y adolescentes pertenecientes a esa comunidad religiosa, que eran menores de edad al momento de ser agredidas.

El caso se inició por la denuncia del padre de dos de las víctimas en abril de 2018 y la Fiscalía reveló que los abusos fueron cometidos en reiteradas oportunidades entre 2015 y 2017.

Las niñas "eran agredidas cuando se quedaban a dormir en la sede de la congregación religiosa" y también "al momento de ser trasladadas por el acusado en un vehículo particular".

"En algunos casos (el imputado) utilizó violencia para neutralizar a las niñas; en otros lo hizo abusando de su autoridad religiosa; y, en otros, las amenazó con suspenderlas en la práctica religiosa si no aceptaban ser abusadas", añadió la Fiscalía.

La Congregación Cristiana Pueblo de Dios es reconocida por el Registro Nacional de Cultos y en Santa Fe, además de la sede donde ocurrieron los abusos, posee una predio en la localidad de Ángel Gallardo, donde residen más de 200 adherentes.