En la segunda semana del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, y luego de la declaración por Luciano Pertossi, se volvieron a plantear los interrogantes sobre la participación de los jóvenes que presenciaron el homicidio pero no participaron del ataque.

Uno de los testimonios que genera expectativa en la Fiscalía y la querella es la declaración de Tomás Collazo, el rugbier número once.

El joven, según las investigaciones, habría salido con los imputados la noche en la que golpearon salvajemente a Fernando. La diferencia es que él no fue retirado del boliche, sino que permaneció dentro del local bailable y se reunió con los rugbiers en el local de comidas rápidas.

Una foto junto a los jóvenes levantó las sospechas, por lo cual los peritajes se agudizarán con el objetivo de intentar ubicar a Collazo en fotos o videos de la noche en la que ocurrió el ataque. La idea es comprobar si la foto que circuló es antes o después, por eso fue citado por la defensa y se espera que preste declaración la semana que viene.

La falta de pruebas en su contra y el factor de ser menor al momento del crimen llevó a que Collazo fuera marginado de las acusaciones. A pesar de esta situación, en la novena jornada del juicio fue identificado y será llamado a declarar como testigo de la causa.

Otros jóvenes que están citados a prestar declaración indagatoria en la investigación que tiene lugar en el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Dolores son Alejo Milanessi y Juan Pablo Guarino. Aún no se sabe si finalmente se harán presentes.