Cuatro personas fueron detenidas con armas de fuego, droga y dinero tras un operativo realizado por personal de Gendarmería Nacional en la zona oeste de Rosario. Y resultó que uno de los arrestados presidió la Sociedad Rural de Diamante, Entre Ríos, y colaboró como asesor de Luis Etchevehere cuando fue ministro de Agroindustria de la Nación durante la presidencia de Mauricio Macri.

Se trata de Leonardo Roberto Airaldi, capturado junto a Jimena Irupé Burne, Zulema Beatriz Troncoso y Lucas Alejandro Peralta.

El procedimiento se llevó a cabo a las 3 de la madrugada del domingo, en Gorriti y Teniente Agnetta, barrio Empalme Graneros, donde los gendarmes detuvieron la marcha de una camioneta Volkswagen Amarok, con dos hombres y dos mujeres a bordo.

Según las fuentes, al inspeccionar el vehículo, los efectivos hallaron dos pistolas calibre 9 milímetros (una Browning y otra Glock), 11 cargadores y 196 municiones.

Además, en el interior del vehículo secuestraron 360 dólares, más de 150 mil pesos, una balanza de precisión, seis jeringas con agujas y un gramo de cocaína, indicaron las fuentes.

Tras el operativo, personal de Gendarmería reportó el caso a la Seccional 12ª de Policía , y se le dio intervención a la Justicia federal de Rosario, que ordenó el trasladado de los cuatro detenidos y todo lo incautado a esa comisaria de la jurisdicción.

En cuanto a Airaldi, según el portal entrerriano Análisis, el ruralista está vinculado a la banda de Daniel 'Tavi' Celis, quien en 2019 fue condenado a 13 años de prisión por hechos de narcotráfico.

Cuenta el libro Territorio narco, de los periodistas Daniel Enz y José Amado: “Airaldi apareció en la escena pública en pleno conflicto rural, en el 2008, después de la muerte de su padre, un reconocido dirigente agropecuario. El joven empezó a administrar una importante fortuna, procedente de la herencia, pese a los reclamos de su madre, Mirta Balbi, también integrante de la Sociedad Rural de Diamante. Cuando cumplió 30 años hizo una fiesta inolvidable, con mucho gasto, de la que participaron las principales autoridades políticas, policiales y de fuerzas nacionales con destino en la zona. Entre ellos, estuvo el comisario Ricardo Frank, ex jefe departamental Diamante.

Airaldi iba seguido a Buenos Aires y era asiduo concurrente a los principales cabarets capitalinos. Siempre llegaba en su moderno automóvil Mercedes Benz. Una vez concurrió con ese vehículo al reclamo agropecuario, en la rotonda de acceso a la ciudad de Victoria. Los productores lo echaron del lugar, por su ostentación permanente. Cuando chocó con el auto, su madre le envió una carta documento a la empresa de seguros para que no le pagaran el dinero correspondiente. Eso profundizó el distanciamiento con su progenitora, por lo cual incluso la justicia dispuso medidas de restricción al propio Airaldi.

Logró un importante crédito del Banco Nación, nunca lo terminó de saldar y en castigo, al gerente porteño que otorgó el préstamo lo enviaron a la ciudad de Santo Tomé (Santa Fe)”.

En otro de los capítulos de Territorio Narco, se ahonda sobre la relación de Airaldi con Celis: “Hacía tiempo que Daniel Celis estaba relacionado con Leonardo Airaldi, terrateniente y productor agropecuario y ex presidente de la Sociedad Rural del Departamento Diamante. Un hombre a quien le podrá faltar algo, pero jamás será dinero. Según los indicios surgidos en causas federales y en declaraciones de los mismos imputados de la banda narco, sus vínculos con el Tavi en negocios del narcotráfico venían desde al menos un año atrás; aunque extraoficialmente otros dicen que tuvieron una única y fallida empresa en común. A mediados de 2015, cuando ya estaba sellado el acuerdo político con Sergio Varisco, Celis se había quedado sin proveedor y estaba necesitando traer marihuana, para afrontar los gastos de la campaña electoral. Airaldi, que tenía poder suficiente para manejar todo lo que ocurriera en el Departamento Diamante, hizo llegar un barco cargado de droga desde el norte que transitó por toda la Hidrovía del Paraná sin problemas, y descargaron la mercadería en la costa entrerriana. Pocos recuerdan con precisión la cantidad, pero hablan de toneladas. Miles de kilos. Entonces, Airaldi lo citó a Celis para decirle que tenía resuelto su problema.

—Llevala y vendela, cuando termines de vender todo me lo pagás.

—¿Vos estás loco? No tengo la estructura para vender todo esto en poco tiempo. Mucho menos para guardarlo, es peligroso dejar tanta droga guardada, la podemos perder. No me jodas más.

—Dale, llevalo nomás y después arreglamos.

—Tampoco tengo la plata para pagarte ahora, entre la campaña de Varisco y las demoras para que este tipo me cumpla con los acuerdos estoy sin un peso.

—No te preocupes Dani, ya te dije que después ves cómo me lo pagás, llevalo y vendelo como puedas.

Algo se vendió pero una gran parte de la mercadería se perdió: la que no se pudrió la secuestró la Policía…”.