El remero Pablo Ventura, incriminado falsamente en las primeras horas de la investigación del crimen de Fernando Baéz Sosa, tres amigos de la víctima, un grupo de trabajadores del boliche "Le Brique" y dos efectivos policiales serán los testigos que declararán en la tercera audiencia en el juicio que tiene como acusados a ocho rugbiers de matar a golpes al joven estudiante.

En primer término, declararán tres amigos del joven estudiante de Derecho, quienes estuvieron frente al boliche al momento de la agresión. Luego lo hará Ventura, cuyo testimonio fue solicitado por la defensa y por la fiscalía, y también podría declarar su padre, José María, cuya citación fue adelantada a pedido de Fernando Burlando.

Ventura fue señalado por el grupo de rugbiers cuando los atraparon como quien ejecutó de una patada a Báez Sosa. Dijeron que se escaba hacia Uruguay y le dieron datos fehacientes. Sin embargo, en el momento del crimen el joven comía en una parrilla con sus padres en Zárate. Ni siquiera era amigo de ellos, más bien lo contrario. La incriminación tuvo su efecto: lo detuvieron por cuatro días hasta que el video de la parrilla esclareció todo. 

También están citados seis trabajadores del boliche "Le Brique" y dos efectivos policiales, entre ellos el que aplicó los primeros auxilios a Fernando minutos después del ataque frente al local. Vale recordar que dentro del boliche se produjo un altercado y forcejeo por lo que el personal retiró a ambos grupos, pero al de los rugbiers con alguna resistencia.