El líder de una banda del narcomenudeo y homicida múltiple, Claudio Javier “Morocho” Mansilla, fue imputado hoy en la ciudad santafesina de Rosario por tenencia ilegítima de arma de fuego tras ser arrestado con pistolas y municiones el último jueves por la noche, cuando llevaba casi un año prófugo de la Unidad Penitenciaria (UP) 11 de esta provincia, de la que se fugó junto a otros siete presos.

El juez penal Rafael Coria, tras el pedido de los fiscales Marisol Fabbro y Georgina Pairola, le dictó la prisión preventiva efectiva a Mansilla por dos años, informaron fuentes del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

Además, voceros del MPA indicaron a Télam que el “Morocho”, como se lo conoce el criminal condenado a 25 años de prisión por el doble homicidio de dos adolescentes, sería imputado “la semana que viene” por la evasión de la cárcel de Piñero, ocurrida el 27 de junio del año pasado.

Sindicado como jefe de una banda del narcomenudeo con base en el barrio Santa Lucía, situado en el extremo oeste de Rosario, y con influencia en zonas cercanas, Mansilla fue imputado hoy por un delito menos grave: tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra.

El hombre de 39 años fue arrestado el jueves a las 22 en una vivienda del barrio conocido como Zona Cero, mientras cenaba con otras personas.

Para entonces llevaba casi un año prófugo de la UP 11 de la localidad de Piñero, de la que escapó en una espectacular evasión a los tiros junto a otros siete reclusos, que contaron con apoyo externo.

Mientras el resto de los evadidos fue recapturado al poco tiempo, “Morocho” Mansilla permaneció prófugo durante casi un año.

Al momento de ser recapturado por la Policía local, el jueves por la noche en una vivienda de Héctor Palacios 4100, Mansilla tenía en su poder dos pistolas semiautomáticas calibre 9 milímetros, dos cargadores y unas 100 municiones.

El MPA informó que las armas fueron halladas arriba de un ropero y en el interior de una mochila de la vivienda de la Zona Cero, donde el detenido cenaba junto a otras personas identificadas como Javier Maximiliano Giordano, Ezequiel Arriola y Macarena Arriola.

En una audiencia celebrada esta mañana en el Centro de Justicia Penal, las fiscales Fabbro y Pairola acusaron a Mansilla por el delito de tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra en calidad de autor y pidieron su prisión preventiva por dos años, solicitud que fue avalada por el juez Coria, informaron las fuentes.

El hombre también será imputado, posiblemente la semana que viene, por la evasión de la cárcel de Piñero.

La espectacular fuga de los ocho internos de la prisión ubicada a 30 kilómetros de Rosario ocurrió el 27 de junio de 2021, cuando la unidad penitenciaria recibió un ataque desde el exterior por al menos tres hombres.

Los agresores estaban a bordo de un vehículo y contaban con subfusiles automáticos FMK3 y pistolas calibre 9 milímetros y 11.25 milímetros, con las que se enfrentaron a tiros con el personal penitenciario mientras cortaban los dos alambrados perimetrales que separaban los pabellones de la cárcel con el exterior.

A raíz del tiroteo, murió uno de los tres atacantes que llegaron desde el exterior, mientras que un interno resultó herido.

Los reclusos Sergio Cañete (35), Joel Rojas (25) y Alejandro Schmittlein (40) fueron recapturados horas después de la fuga, mientras que tras pocos días fueron detenidos Ezequiel Romero (20) y Alejando Candia (35).

Alejandro Martín Cartelli (48), en tanto, fue atrapado el 20 de agosto del año pasado en la ciudad bonaerense de Ramallo en donde se ocultaba, mientras que Daniel David Piscione (31) fue hallado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (HECA) al cual había ingresado herido a balazos con una identidad falsa.

Mansilla fue el único que se mantuvo prófugo y, al comienzo de la investigación, se barajó la hipótesis de que había salido a Paraguay, país en el que –de acuerdo a una investigación judicial- tenía un contacto para la compra de drogas.

Sin embargo, fuentes del caso indicaron que Mansilla estuvo buena parte del año que se mantuvo prófugo en el país, y que continuaba vendiendo estupefacientes al menudeo en lugares propios y cobrando “seguridad” a otros vendedores de la zona en la que ejercía influencia.

Unos días antes de la evasión se había iniciado un juicio oral que tenía al “Morocho” como principal acusado, por el doble homicidio de los adolescentes Kevin Nieri (16) y Leonel Bubacar (18), ocurridos en septiembre de 2018.

En julio de 2021, mientras permanecía evadido, fue condenado en ausencia a 25 años por ese doble asesinato y por tenencia ilegítima de arma.

Paralelamente, es investigado como instigador de otro crimen, el de un joven identificado como Mauricio Ezequiel Gómez, por el que -según las escuchas de la causa- habría pagado 100.000 pesos a un sicario que fue detenido.