En un comunicado firmado por la familia Escobar, los familiares y allegados de Agustín, el joven que falleció por electrocución en el frigorífico Recreo, indicaron que jamas fueron sus intenciones "comprometer los puestos laborales de los trabajadores". Lo hicieron como respuesta a un comunicado previo que emitió la empresa en el que manifestaba que la familia había impedido el funcionamiento de la planta poniendo en riesgo 500 puestos de trabajo actuales”.

“Indudablemente nos encontramos sorprendidos por estas declaraciones temerarias que solo buscan desinformar, y fomentar una campaña en contra de la familia, quedando en evidencia que el riesgo sobre los trabajadores y sus propias vidas es exclusividad del Frigorífico”, expresó la familia del joven de 20 años. 

En el documento, los familiares de Agustín negaron que haya existido comunicación con ellos por parte de la empresa y expresaron que aún están a la espera del esclarecimiento de los hechos. 

Agustín tení 20 años y falleció el 8 de marzo.
Agustín tení 20 años y falleció el 8 de marzo.

“Los actos de violencia que hace mención no fueron impulsados ni ejercidos por la familia, mas bien el ocultamiento del cuerpo, las mentiras, el desprecio por la vida, la inacción y/u omisión, exponen a los verdaderos violentos”, sostuvieron. 

Por otra parte, la familia agradeció el apoyo de la comunidad en la lucha por la verdad y la justicia. “Nuestra primordial bandera de lucha será que se esclarezcan las dudas existentes y respondan todas las personas, autoridades y entidades que tengan alguna responsabilidad ya sea de forma directa o indirecta con su fallecimiento para que no haya ni un Agustín mas”, reclamaron. 

Por último, convocaron a toda la comunidad para que los acompañe en la marcha por los Derechos Humanos que se realizará el 24 de marzo. “Basta de impunidad a los hechos de violencia laboral y la convivencia estatal y gremial en cubrir situaciones que vulneran garantías y derechos de raigambre constitucional como así también pactos internacionales que fueron asumidos por nuestra Nación”, concluyeron. 

Lo que se sabe de la muerte de Agustín en el frigorífico

Agustín Escobar falleció el 8 de marzo mientras trabajaba en el interior de la planta del Frigorífico Recreo. Su familia denunció que el cuerpo estuvo 12 horas en el interior del lugar y que nadie les informó sobre la muerte del joven de 20 años durante todo ese período. 

La autopsia preliminar indicó que el joven murió por electrocución, pero se realizarán estudios complementarios para determinar las causas con mayor certeza. La fiscal a cargo de la investigación ya se reunió con los familiares para comentarles los pasos de la investigación. “Sabemos que murió por electrocución, eso está bastante claro, pero lo que queremos que se investigue es por qué ocurrió ese accidente y por qué demoraron tanto en informar la muerte”, indicó a Santa Fe Plus, Liliana Escobar, la hermana del fallecido. 

Desde el Ministerio de Trabajo informaron que el sitio donde falleció Agustín es una habitación que tiene acceso restringido, con una llave en el interior y no en el exterior. A 50 centímetros del cuerpo del joven se encontraba un panel eléctrico con el tablero sin tapa ni disyuntor. El cuarto no era el puesto fijo de Agustín, que trabajaba en la empresa desde hacía dos meses. Desde el Ministerio investigan si la habitación estaba o no cerrada y advirtieron que llama la atención que haya entrado sin supervisión. 

Para la familia de Agustín hay una situación “muy oscura” respecto a todo lo que ocurrió alrededor de la muerte del joven. Denuncias a la empresa previas, mensajes de los trabajadores y las demoras en dar respuestas, son algunos de los indicios que los hacen pensar en que existieron múltiples irregularidades y reclaman por el esclarecimiento de los hechos. Incluso, al día siguiente de enterarse de la muerte del joven, realizaron una manifestación en la puerta para pedir información sobre el fallecimiento y visibilizar lo que estaba ocurriendo. “No queremos que más pibes sigan trabajando y muriendo en esta fábrica”, indicó Liliana.

Las demoras en informar la muerte

La hermana de Agustín explicó que lo que más les llama la atención y remarcan como una irregularidad total es que estuvieron buscando al joven durante 12 horas, se comunicaron con la empresa y nadie les supo dar respuestas. “Hay dos opciones: que no sabían que Agustín estaba muerto ahí o que lo vieron y no nos dijeron, las dos son horrendas y están mal”, destacó Liliana y aclaró que: “esto quiere decir que mi hermano estuvo 18 horas adentro de la fábrica, sin fichar la salida, y a nadie le llamó la atención”. Según la mujer, a su hermano lo encontró el compañero que lo iba a relevar en el puesto y durante esas doce horas el cadáver estuvo en el interior de la fábrica. “¿Cómo puede ser que no se den cuenta que hay una persona muerta o que un trabajador estuvo durante 18 horas seguidas en la empresa?”, remarcó. 

Liliana aclaró que Agustín siempre regresaba a su casa después del trabajo. El 8 de marzo después de las 18, sus amigos y su novia se empezaron a preocupar porque no había vuelto.”Mi mamá lo estaba esperando y él siempre estaba en casa con ella porque después de la muerte de mi padre este 15 de febrero, Agustín hacía de su contención”, indicó. 

Una de las hermanas de Liliana y Agustín se comunicó esa noche con la empresa. “Y si se tenía que ir a las 18, ya no tiene que estar acá”, eso fue lo que le respondieron a la familiar del joven en primera instancia. Ella pidió que lo corroboraran y le dijeron que llame 15 minutos después. La hermana se volvió a comunicar y le respondieron que Agustín se había ido. El guardia de seguridad le confirmó que lo vio cruzando la calle. 

Esa misma madrugada, cerca de las 3, el guardia se comunicó con la familia por WhatsApp y por Instagram. “Nos dijo que esperaba que lo encontremos”, contó Liliana y sostuvo que esos mensajes les llamaron profundamente la atención. 

Finalmente, las cámaras de seguridad comprobaron luego que Agustín salió de la habitación donde falleció a las 17.45 y volvió a entrar unos minutos más tarde. Después nunca más se lo vio fuera del cuarto. El joven no fichó su salida. 

“Otra cosa que nos preguntamos es por qué un joven que tiene 20 años y hace dos meses que trabaja tiene acceso sin supervisión a esa sala”, advirtió Liliana. 

Desde la empresa, en su comunicado aclararon que durante sus 60 años de historia evidenciaron “cuidado y preocupación con el estricto cumplimiento de las exigencias previstas en la Legislación de Seguridad e Higiene”. Sin embargo, desde el Ministerio de Trabajo informaron que la empresa ya tenía denuncias previas, aunque no relacionadas con el área dónde Agustín falleció. Según Facundo Osia, subsecretario de Fiscalización de Trabajo, hay diez expedientes iniciados en el lugar por denuncias que ingresaron por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo a raíz de lo que informa las ART. Fueron inspecciones en los procedimientos de trabajo, capacitaciones y en la entrega de elementos de seguridad y la última se realizó en agosto de 2022. 

Las denuncias previas

“Es bastante normal que haya cortocircuitos. Es un lugar donde se trabaja con mucha agua, mucha humedad. También que se filtre agua de lluvia y se mezcle con los cables. Estuve en lados donde una vez a la semana había algún problema de descarga. No es diario, pero sí recurrente, una tragedia que se podía prever”, señaló uno de sus compañeros. 

—¿Les explican los riesgos al ser contratados?

No hay una charla o capacitación al momento de ingresar.  Quienes tienen menos experiencia suelen aceptar las condiciones laborales tal como se dan, por no tener con qué comparar. Se dan elementos de trabajo, como guantes y botas. Son insumos que te dan cada seis meses aproximadamente, pero hay muchos casos de trabajadores con filtraciones en botas. Más allá de las corrientes eléctricas, hay todo un problema relacionado a enfermedades.

—¿Qué enfermedades?

Producto de la humedad, en la piel por ejemplo. Tuberculosis y brucelosis son las enfermedades comunes de las vacas y que se transmiten por contacto con la piel o con alguna cortadura.

Ese jueves, ¿los hicieron trabajar igual que los días anteriores? ¿Hubo algún cambio?

—Se intentó trabajar de forma normal. Pero no se pudo del todo porque había mucha actividad policial. Pero entiendo que se bajó la línea de seguir trabajando normal. Pero no se pudo por el ambiente que había. Estábamos trabajando a 25 metros de un cuerpo muerto.

Se cortó la ruta por la noche, pero a la mañana siguiente estábamos nuevamente con la faena.

—¿Hubo algún tipo de reparación de los problemas eléctricos?

—Hubo algunas modificaciones. Pero el abandono es muy grande, es estructural, habría que derribarlo y hacerlo de vuelta.

—¿Les dieron instrucciones de cómo comportarse puertas afuera?

—No. Es muy difícil reunir a todos los trabajadores, porque son muchos sectores y horarios distintos. Pero no se han pronunciado en nada: simplemente trabajar y volver a la normalidad.

Se habló mucho de por qué no apoyaron mucho los empleados de la fábrica, hubo pocos en la marcha. La explicación es sencilla: la mayoría tiene miedo de perder su puesto. En la situación que estamos, perder el trabajo implica no llevar plata a casa.

Sobre las 12 horas que Agustín permaneció en el frigorífico, uno de los trabajadores dijo: “Que se enteren a las cinco de la mañana que estaba muerto, cuando él debía salir a las 18 del día anterior, es desidia. Y se enteran porque hubo un cambio de turno y se paró la producción. Solo por eso. Cuando ven los números y observan que no se llegó a la cifra prevista, es entonces cuando acuden al empleado. Agustín murió por desidia”, finaliza.