La justicia peruana allanó, este viernes por la noche, la casa de la presidenta Dina Boluarte como parte de una investigación de corrupción en curso sobre presunto enriquecimiento ilícito.

Según informaron medios locales, la acción fue realizada por un equipo de fiscales y policías quienes ingresaron a la vivienda de la mandataria para incautar tres relojes de lujo de la marca Rolex, que están bajo una investigación preliminar fiscal por omisión de declarar en agravio del Estado.

Además del allanamiento en la vivienda, las autoridades se dirigieron a Palacio de Gobierno para realizar una diligencia similar.

Durante la madrugada de este sábado, los agentes policiales se dirigieron al palacio presidencial, donde entraron sin necesidad de utilizar la fuerza, para continuar con la redada ordenada por un juez de la Corte Suprema.

En una inusual entrevista durante la madrugada, el primer ministro, Gustavo Adrianzén, dijo a la radio RPP que Boluarte estaba en la residencia del palacio presidencial y añadió que lo ocurrido no era “grave”, que se estaba generando “una tormenta donde no la hay” y añadió que el trabajo de la fiscalía estaca causando "un ruido político que afecta a las inversiones".

Adrianzén afirmó, sin aportar pruebas, que existe una "intencionalidad desestabilizadora" para golpear a la mandataria dirigida por los que “manejan el crimen organizado” y quienes hace 14 meses exigieron su destitución en protestas que dejaron 49 civiles muertos en confrontaciones con las fuerzas de seguridad. La pesquisa contra Boluarte “en cualquier otro lugar, no sería más que una anécdota”, agregó.