Dos crímenes más en Rosario cerraron el jueves y abrieron el viernes, uno en zona oeste, otro en zona sur. Con sendos homicidios, la cuenta roja de Rosario llegó a 241 casos en lo que va de este año que aún no terminó. Cifra similar a la de 2021, detalló Rosario Plus.

La primera de las muertes se registró hacia las 22.30, un par de llamados coincidentes al 911 convocó a la policía hasta el barrio Santa Lucía. Los avisos reportaron que una adolescente había sido asesinada, aunque diferían en las direcciones. Al parecer, la víctima estaba en su casa de Colombres al 2100, detrás del centro de salud Santa Lucía, la última calle de la ciudad en ese confín del oeste, al otro lado de Circunvalación.

Se llamaba Soraya Rubiola y tenía 16 años. La mataron con un disparo en la cabeza.

La policía recogió tanto en el domicilio del pasaje 1707 como en la misma casa de Colombres al 2100 unas ocho vainas servidas de calibre 9 milímetros. 

En la casa de Colombres, el morador y padre de la víctima entregó a la policía dos proyectiles más y dijo que quedaron de una balacera que ocurrió en esa cuadra el martes pasado.

El padre de la adolescente asesinada declaró a los agentes que su hija estaba sola en la casa y que él la encontró ya sin vida. Además, refirió la ausencia de un televisor y de un teléfono, por lo que orientó la pesquisa hacia una escena de robo.

A la vuelta, en el pasaje 1707 al 7700, el vecindario señaló a dos jóvenes en moto como los autores de disparos que estuvieron realizando en esas cuadras. La fiscal de Homicidios Marisol Fabbro deberá establecer la relación entre el crimen de la chica y la balacera referida por los vecinos.

La escena de crimen se trasladó ya a la 1 de la madrugada de este viernes al barrio Tiro Suizo, su zona más humilde: en la vereda de Estanislao del Campo al 5000, a la altura de Esteban de Luca al 1400. Allí se reportó el cuerpo de un hombre desconocido aún, acribillado por numerosos disparos de arma de fuego.

El médico forense constataría luego que el hombre recibió 10 balazos que acabaron con su vida.

El cadáver tenía entre sus prendas dos notas manuscritas cuyo contenido por el momento no trascendió.

Los policías recogieron 7 vainas servidas calibre 40 cerca del cuerpo de la víctima.