Dentro de la conmoción que ha sumido a Rosario por los últimos ataques de lo que se podría definir como terrorismo urbano, los taxistas en el epicentro de la angustia enfrentan el dilema de salir a trabajar o no, ante la probabilidad de que vuelva a reiterarse un crimen como el de sus colegas Héctor Figueroa y Diego Celentano, o el ataque sorpresa que dejó en agonía al colectivero Marcos Daloia.

En este marco, desde la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (ATTI) revelaron que días antes de que se desencadene esta espiral de violencia ese gremio había solicitado reuniones ante la Municipalidad y el Ministerio de Seguridad para transmitir la percepción de que estos hechos estaban por ocurrir. 

Lo dijo este viernes el titular de esa entidad, Mario Cesca, y le agregó un detalle inquietante que, hasta ahora, la realidad lo corrobora: “Nos llega la información desde el servicio penal, gente vinculada a lo carcelario que van a matar a un taxista todos los días, no solo un taxista sino cualquiera de un servicio público”, soltó el titular taxista.

“La semana pasada me cansé de pedir reunión con el intendente y nada, era para contar que se venía esto, lo estábamos percibiendo, uno anda en la calle y lo nota. Lamentablemente esperan que ocurran las cosas para tomar una medida. Y cuando lo hacen lo usan como propaganda, y así nos va”, fustigó.

Cesca habló este viernes en LT8 y dijo que el servicio de taxis se va restableciendo paulatinamente, aunque no en el caso de los peones de taxi. “Los familiares no quieren que salgamos a trabajar, hay mucha conmoción. Pero tenemos que trabajar porque si no nos matan las balas nos va a matar el hambre”, dijo. 

Con previsible aflicción por el contexto, Cesca fue intransigente con las autoridades responsables de atender el problema. “Los funcionarios en su error no toman la realidad, dicen a la gente que usen tal aplicación, que si lo toman en la calle o si llaman… qué se yo… esto es otra cosa: viene un sicario y te fusila”, replicó en alusión a declaraciones del intendente Pablo Javkin.

“Es que los robos comunes al taxi viene en baja. El mes pasado tuvimos 9 en todo el mes, cuando llegamos a tener 4 o 5 por día. En estadística estamos bien. Pero esta situación nueva nos desconcierta. La Provincia, la Municipalidad, el Concejo hacen oídos sordos. Además nos metieron 500 licencias cuando el sistema está en una recesión espantosa. Cuando pasan 7 horas dando vueltas y no levantás un pasajero, levantás cualquier cosa y ahí tenemos las consecuencias”, relacionó. 

Cesca se preocupó por la posibilidad de que otro capítulo de espanto suceda de un momento a otro. “Si los funcionarios no la ven, lo que pasará es que hoy vamos a tener otro muerto. Se lo decimos y miran para otro lado”.