Vecinas y vecinos de barrio Ludueña decidieron levantarse ayer y enfrentar con mano propia los problemas de narcocriminalidad y balaceras que tiene en vilo a todo Rosario. Fue luego de un trágico episodio ocurrido por la tarde, cuando dos personas fueron asesinadas por un gatillero que, metralleta en mano, se bajó de su asiento de acompañante y descargó más de 20 tiros sobre una vivienda.

Se trató de uno de los tantos ataques mafiosos entre narcos. Sin embargo, el caso generó indignación porque se llevó además la vida de Gerardo Miqueo, de 50 años, quien se encontraba trabajando en la vereda vecina. Al enterarse de esto, las vecinas y vecinos del lugar decidieron manifestarse frente a la vivienda atacada, que por esas horas ya se encontraba abarrotada de presencia policial. El clima de tensión fue tal que incluso los efectivos dispararon dos veces al aire.

Por la noche, además, los vecinos y vecinas se reunieron para demoler uno de los "búnkers" de la cuadra, característica estructura de cemento que en muchos barrios son utilizadas para vender drogas ilegales. "La policía sabía de este búnker", manifestaban indignados, y hablaban de un tal "Oso" que tiene amenazado al barrio. Sobre Miqueo agregaron: "Hacía changas de albañilería y con la mujer y los hijos hacían pollos que vendían en el barrio. Era un hombre intachable, donde podía te daba una mano”, según La Capital.

La otra víctima fue un joven de 30 años, al parecer el verdadero blanco de los dos sicarios que se llegaron hasta el lugar. La Agencia de Investigación Criminal (AIC) trabaja en develar lo sucedido. Sendas muertes contabilizaron el homicidio 218 y 219 de 2021 en Rosario. Horas más tarde, se produjo el 220.