Esta semana un jefe de la Policía de Seguridad Aeroportuaria explicó detalladamente cómo el juez federal Marcelo Bailaque esquivó no una, sino cuatro veces los informes que esa fuerza federal le alcanzó para comenzar a investigar a la banda Esteban Alvarado nueve años atrás. Y el creador de la PSA, el ex ministro de Seguridad Marcelo Sain vinculó en el mismo ámbito (el Centro de Justicia Penal donde ahora se lo juzga a Alvarado) el crecimiento fenomenal de esa estructura criminal y la expansión del narcotráfico en general a una “ componenda política” que “atraviesa a los partidos” y mencionaron los nombres del senador Armando Traferri y del diputado Maximiliano Pullaro.

Pero a nadie se le mueve un musculo en Santa Fe. En un contexto donde el ladero de Guille Cantero, el detenido Pato Mac Caddon, aparece fotografiado con la plana mayor del PRO provincial en varias recorridas de campaña. Y dice en un mensaje de Whatsapp al cabecilla detenido en Marcos Paz que “la gorra y los políticos, todos quieren participar del negocio” de expandir una red de venta de drogas por todo el cordón industrial. La grabación tiene apenas un año.

También esta semana aparecieron los “arrepentidos” en la Legislatura provincial. Los que en 2017 votaron el actual régimen disciplinario contra los fiscales y las modificaciones que lo agravaron terriblemente en 2018 con la ley 13.807 que terminó por someter al Ministerio Público de la Acusación (MPA) y poner de rodillas a los fiscales que osaron investigar al poder político. Esto no quita que muchas veces el MPA mire al poder con un solo ojo y no sea sometido -en este caso voluntariamente- al control partidario de quienes impulsaron las reformas que cambiaron de raíz el sistema penal provincial.

“Fue una experiencia nefasta” dijo el diputado del Frente Progresista Fabián Palo Oliver que ahora impulsa la derogación y el reemplazo de la norma. La idea es volver al sistema anterior de la ley orgánica del MPA de 2009.

Esta vinculación de la expansión del narcotráfico y la violencia derivada del crimen organizado, particularmente en Rosario, permanece oculta sin embargo detrás del delito común, los asaltos predatorios que verdaderamente molestan a la sociedad. Y la inflacion descontrolada llego para agregar otros elementos a las preocupaciones cotidianas.

A nivel nacional el 44% de los encuestados considera que la escalada de precios es el tema más preocupante de todos. La pobreza es principal para un 16% y la inseguridad es prioridad para el 9% y no precisamente porque haya mejorado el panorama. Los números son del Grupo de Opinión Pública (GOP) que lidera Raúl Timerman. Y hay malas noticias para los posibles candidatos de las fuerzas tradicionales para el año que viene: Un 32% de esos mismos consultados cree que Javier Milei es el dirigente más capacitado para controlar los precios. Timbre para todos.

A pesar de que el presidente Alberto Fernández está convencido de que dialogando se podrá reducir esta suba indiscriminada de precios; la historia -y no la más reciente- indica que mientras todos charlaban la concentración de la industria de alimentos crecía de manera descontrolada.

Ahora sabemos que la concentración es alta cuando una empresa acapara el 68% de la facturación. Esto pasa en caldos, repelentes, desodorantes, cremas dentales, embutidos, jugos en polvo, jabon, yogur, suavizantes, cerveza, gaseosa, fideos, postres, lavandinas y rollos de cocina; según publicó este fin de semana el sitio de noticias Cohete a la Luna. La concentración es alta entre 44 y 68%. (Por ejemplo, en café, azúcar, aceite, arroz, salchichas, shampoo, crema de enjuague, leche, aguas, harina, protectores diarios, pañales, lavavajillas y papel higiénico). Entre 25 y 35% es media (quesos, galletitas, fiambres, hamburguesas, pan, yerba mate, enlatados, toallas femeninas). “Las grandes remarcaciones se dan donde la concentración inhibe la competencia”, asegura el informe.

El gobierno nacional tiene hallazgos propios que indican que así como los alimentos habían trepado 8,6% en febrero, en marzo lo hicieron un 6%, un nivel alto pero que podría marcar una tendencia a la baja. En la secretaría de Comercio cree que la leve moderación se debe a que descendió la estacionalidad de las frutas y las verduras.

Santa Fe obtuvo un módico triunfo al imponer su criterio de atacar el encarecimiento de la actividad económica ante la inminente crisis de los combustibles. Este jueves, en una nota dirigida a la Secretaría de Energía, el ministro de la Producción de la provincia, Daniel Costamagna solicitó sumar 5 puntos porcentuales de corte de biodiesel al esquema actual para "ser aplicado en la generación de energía para las usinas, así como para el transporte sin traer esto implicancias en el precio del gasoil”.

Costamagna agrega su nota el análisis que Alejandro Ramos, de la consultora Ramos & Asociados adelantó en una nota con Radio Sí98.9 esta semana. “A valores actuales de energía, Argentina deberá importar más de 10.000 millones de dólares durante el 2022 entre gas natural licuado (GNL), gas de Bolivia, gasoil y fuel oil para usinas, transporte y naftas para vehículos”. En este sentido, propone “sustituir esa demanda externa de combustibles a partir del aprovechamiento de la capacidad instalada argentina para la producción de biodiesel”. Principalmente, la gran capacidad instalada en Santa Fe que actualmente está ociosa en un gran porcentaje.