La escalada de los hechos delictivos en Santa Fe sigue en aumento y pareciera no alcanzar un techo aún. En ese marco y en diálogo con vecinalistas locales, el concejal Paco Garibaldi expresó: “Estamos llegando a extremos insospechados en cuanto a violencia. Vivimos con un permanente temor, porque vemos como las mafias se están expandiendo como mancha de aceite en cada localidad de la provincia, donde ya no sólo tenemos que lidiar con robos, arrebatos y entraderas, sino que hasta se han cruzado límites impensados, como lo que sucedió días atrás cuando una escuela recibió una balacera”.

“Hoy tenemos a un gobernador que prefiere esconder la cabeza y rogar que pase el tiempo, para intentar finalizar su gestión con la menor cantidad de sobresaltos posibles, sabiendo que va encabezar una elección para atornillarse en los fueros de la Legislatura. Por eso, desconfío de quienes hablan de seguridad sólo en años electorales, porque no sólo no estamos siendo serios ante semejante problema, si no que se contribuye a que no podamos avanzar en políticas de fondo, reales y con objetivos concretos para frenar la violencia”. Y agregó: “Escuchar a Perotti relatar los hechos que van sucediendo, nos confirma que, nunca tuvo un plan de seguridad. Ya quedó demostrado con el desfile de ministros y funcionarios erráticos, con un presupuesto enorme a disposición, que nunca se ejecutó por falta de gestión, alcanzando apenas el 40% del mismo”, aseguró Garibaldi.

“Como siempre nos dice Clara García, quien enfrentará al actual gobernador en las próximas elecciones del mes de julio, hace falta planificar y dejar la improvisación, tener un liderazgo firme y conducir equipos. Hay que volver a dotar a la policía de equipamiento y condiciones de trabajo y fundamentalmente, contener a los jóvenes que son los que más riesgo corren frente al delito, con programas de reinserción escolar y capacitación laboral, que Perotti erradicó por completo y no los reemplazó con absolutamente nada”, agregó. “Nosotros venimos trabajando fuertemente con los vecinos y colaborando con ellos para la instalación de alarmas comunitarias, que es una herramienta que se provee desde el municipio y están ayudando, no solo a disuadir, sino a que vuelva a existir una comunidad entre los vecinos, donde se ayudan y se reconstruye un vínculo de confianza con el otro. Hoy con apenas el 1% de lo no ejecutado del presupuesto en seguridad de la provincia, podríamos estar duplicando la cantidad de alarmas existentes en la ciudad y el departamento. Se pueden hacer cosas, pero para eso hay que trabajar mucho y gestionar”, finalizó Garibaldi. 

Junta departamental de seguridad

“El senador no puede estar ausente y correrse de estos temas, por no querer que lo salpiquen, sino que tiene que ser quien defienda a sus vecinos y lidere los reclamos para mejorar lo que funciona mal y motorizar respuestas concretas. Vamos a poner en marcha la Junta Departamental de Seguridad, un espacio de diálogo, análisis, elaboración y coordinación de políticas, donde se concreten estrategias de trabajo interagencial, junto al MPA, los gobiernos locales y sus áreas involucradas, para coordinar acciones en los barrios calientes. Y lo voy a convocar el día uno, sin demoras, institucionalizándolo para que tenga un funcionamiento constante y no sea sólo una mesa para la foto. Tenemos que hacernos cargo de devolver a cada vecino la posibilidad de transitar por las calles, plazas, centros de salud, clubes, escuelas, salir de noche y poder caminar sin miedo”, y finalizó: “A las organizaciones delictivas no se las reduce con artificios del marketing, sino con políticas, con inteligencia especializada, con ejecución del presupuesto y esto acompañado de un trabajo incansable, porque la responsabilidad que tenemos ante los padecimientos de la gente, así lo amerita”.