La diputada provincial Clara García tiene dos certezas de cara al año electoral en curso: por un lado, que el peronismo liderado por Omar Perotti será derrotado a causa de su “incapacidad” para gestionar desde Casa Gris; por el otro, que el socialismo será "protagonista” del armado opositor cuyo nombre oficial será develado "en los próximos días”.

“No me gusta pensar en un frente ‘en contra de’ o ‘anti’, pero la verdad es que el gobierno de Perotti logró unir otras voces que buscan dar una alternativa”, resume al respecto.

También menciona que, para gobernar, “es importante tener liderazgo político y equipos técnicos preparados”, por lo que resalta su compromiso en “elaborar un programa de trabajo con puntos básicos y que sea de utilidad a quien gane las Paso”.

Sobre los temas que más preocupan a la provinicia, menciona la “irresponsabilidad” de Perotti por las emergencias en Seguridad y Agropecuaria que giró a Extraordinarias: “Se redactaron a las apuradas y se enviaron sin una priorización”, cuestiona.

Y agrega: “En seguridad, pero también en educación, se observa un no-diálogo que llevó al paro o a que docentes se quejen de las circulares que no los tiene en cuenta”.

Observa en cambio una gestión muy diferente en la ciudad de Santa Fe, donde el intendente Emilio Jatónvio potenciar la obra pública” y "se ocupó de los barrios más vulnerables mejorando su comunicación con las avenidas”.

Sobre la posibilidad de que se sume al armado opositor, señala que tanto él como su par rosarino, Pablo Javkin, “forman parte de un recorrido y nos gustaría seguir caminándolo juntos”.

"Perotti está ante su fin de ciclo y el socialismo va a ser protagonista en la provincia"

—¿Cómo evalúa el año que se fue, en base a su trabajo legislativo?

—Por mi perfil legislativo, siempre estoy en temas “duros”: el presupuesto, la obra pública, los temas productivos y de seguridad… y tanto la defensa de los proyectos propios como el análisis de los mensajes del gobernador nos mantuvo más que ocupados.

Por ejemplo, envió un presupuesto sobre el que claramente hacemos una crítica muy seria sobre cuán poco de lo que promete luego se cumple. Porque el presupuesto es, en todo caso, una impresión de lo que será la gestión en el año siguiente. Pero después hay que ver lo que realmente se ejecutó e invirtió.

Y creo que Santa Fe venía de un ritmo de obra pública y de programas sociales que hacía que todos los recursos e impuestos volvieran en obra y en empleo. Por eso somos muy críticos de que el gobernador Omar Perotti haya tomado la decisión de que esos recursos queden en el banco o en las cuentas financieras. La verdad es que como legisladores alzamos mucho la voz en este respecto.

—¿Qué opinión tiene de los mensajes que envió el gobernador para Extraordinarias y cómo describiría el debate legislativo en torno a ellos?

—Pareciera que el gobernador mandó a alguien a hacer la lista de todo lo que envió al Senado o Diputados para Extraordinarias, porque no hubo una priorización. Un líder político debiera marcar el camino y hasta dialogar con su propio bloque para que motoricen los proyectos de mayor interés.

La oposición, con un alto grado de responsabilidad, está trabajando en los dos mensajes más importantes: las emergencias en Seguridad y Agropecuaria. De hecho, las juntas de seguridad que habilitó el nuevo ministro (Claudio Brilloni) venía siendo un pedido de nuestro espacio, porque entendíamos la necesidad de un trabajo conjunto.

En cuanto a las sequías, también convocamos a las instituciones del agro y a las compañías de seguro, porque se necesita de un modelo nuevo de seguro de riesgos climático. Pero es un proyecto que se nota muy poco trabajado, con un planteo muy superficial y sin previsión a largo plazo.

Entendemos que este gobierno está ante su fin de ciclo, y por eso es importante que las herramientas sean pensadas en el marco de una transición y proyectando al gobierno nuevo. Por eso queremos que sea redactada bajo una pluralidad de voces. Votar dos leyes de tanta trascendencia solo pensando en los próximos seis meses, menosprecia la gravedad de los temas.

—¿Hay posibilidad de que salgan, pese a tales planteos? ¿Qué puede pasar de no aprobarse?

—Es nuestra vocación que salgan. También tenemos el mal antecedente de que, por ejemplo, la ley de Emergencia en Seguridad, que fue una iniciativa del bloque socialista, Perotti no logró utilizarla aún teniéndola en su mano. Por eso hacemos una crítica muy fuerte a la incapacidad de gestionar, aún contando con los recursos y las leyes necesarias.

Con respecto a la sequía, entendemos que esta ley no va a mejorar la situación que viene de tres años de una falta de lluvias y una degradación del suelo muy profunda. Se necesita una ley para el futuro.

Para la urgencia, el gobernador debería estar utilizando las leyes con las que ya cuenta, que no son ideales pero que permiten acceder al financiamiento necesario para el ahora. Es lo que las instituciones están marcando.

—Si tiene todas estas leyes disponibles: ¿por qué cree que no actúan?

—Actúan lento y a poca escala. Son dos características de este gobierno. Desde las ciudades más grandes, se observa a veces al campo como algo lejano e incluso hasta con un sesgo propio del partido del Gobierno nacional, que parecen relacionarlo con la gran estancia bonaerense que nada tiene que ver con nuestros gringos santafesinos, familiares de pocas hectáreas que trabajan un montón.

Pero más allá de su tamaño particular, el campo es el motor de toda la economía que viene después: la agroindustria, el transporte, el comercio e incluso la construcción que deriva de gran parte de los excedentes producidos por el campo. Apoyar al campo es apoyar a toda la cadena productiva.

—¿Cómo observa el diálogo entre los distintos poderes del Estado?

—Entre el poder Ejecutivo y el Legislativo se da un diálogo escaso y poco fructífero. Obviamente que lo atribuyo a quien más resposabilidades tiene al respecto, que es el gobernador. Es quien debe convocar a mesas de diálogo, pero no para la foto sino convencidos de que se puede derivar en un resultado superador.

En seguridad, pero también en educación, se observa un no-diálogo que llevó al paro o a que docentes se quejen de las circulares que no los tiene en cuenta. Es una marca del gobernador Perotti el no tener un diálogo sincero para con los demás poderes.

—En el marco de la discusión partiaria con los docentes, el Gobierno provincial señaló la “dificultad” de encarar una negociación sin llegar al paro: ¿coincide en este punto? 

—Por supuesto que es dificultoso y que uno entiende que los gremios tensan la cuerda en favor de el salario de sus agremiados. Forma parte de cómo se mueven estas fuerzas. Pero si se llega a la mesa con un diálogo previo que genere confianza y con una propuesta salarial que de mínima cubra la inflación, va a ser mucho más fácil evitar el paro.

Sin todo eso, el paro está casi asegurado.

"Perotti está ante su fin de ciclo y el socialismo va a ser protagonista en la provincia"

—Más allá de los temas que ya se tocaron, y teniendo en cuenta lo amplio de la provincia: ¿qué otros problemas son urgentes a resolver?

—Creo que a la gente la complica mucho la inflación, porque aún teniendo trabajo el sueldo no alcanza. Y si bien es un problema macro, de orden nacional, también hay muchas cuestiones por fortalecer en la provincia, ayudando a quienes trabajan en sus propias localidades.

Es frecuente ver en las grandes ciudades a personas que vienen desde pueblos o ciudades más chicas para buscar una oportunidad, así sea una changa. Así se pierde el arraigo.

Hace pocos días visité en el norte de Santa Fe a 25 pequeños productores agropecuarios que no tenían la electricidad necesaria para hacer un pozo y acceder al agua: con qué poco se lograría que esa gente mantenga su arraigo y le gane a la pobreza, y un poquito también a la inflación.

—¿Cómo atendían este tipo de cuestiones durante los gobiernos del Frente Progresista?

—Particularmente el gobierno de Miguel Lifschitz, con el que obviamente tuve más cercanía, se podía observar a todos los ministros trabajando y viajando por toda la provincia durante los siete días de la semana. Eso ya hace una gran diferencia. Pero es importante antes que nada tener un plan y una estrategia de trabajo. Tener diálogo.

El justicialismo llegó bajo el lema (entre otros) de “unidad en la diversidad”. Y eso duró nada, porque la unidad implica hablar. Sin embargo, al poco tiempo se abrió la interna entre el gobernador y su vice (Alejandra Rodenas), lo mismo sucedió con muchos ministros que no se hablan entre sí.

También es importante formar equipos técnicos, una tarea que no es fácil y que hace a la gestión pública. Para gobernar es importante tener liderazgo político y equipos técnicos preparados.

—Hablando de “unidad en la diversidad”: ¿cómo viene siendo el diálogo dentro del armado recientemente conformado junto a radicales, Juntos por el Cambio y demás fuerzas opositoras?

—Mucha gente nos pide que dejemos de lado las diferencias y nos sentemos para lograr una propuesta superadora. No me gusta pensar en un frente “en contra de” o “anti”, pero la verdad es que el gobierno de Perotti logró unir otras voces que buscan dar una alternativa.

Lo estamos haciendo con mucha generosidad y dejando para un segundo plano lo que nos divide. Nos focalizamos en lo que nos une. Nos comprometimos a tener un programa de trabajo con puntos básicos y que sea de utilidad a quien gane las Paso.

El socialismo va a ser protagonista en esa síntesis que aún no tiene un nombre, pero que se lo daremos en los próximos días.

—¿Te ves en alguna candidatura en particular? ¿Cuáles son tus intereses o proyecciones hacia dentro del armado?

—No estamos hablando de nombres, todavía. Nuestro partido tiene una gran vocación de trabajo y creemos tener varios funcionarios capaces de asumir el liderazgo político, pero también los trabajos técnicos.

Hace 35 años que estoy afiliada al socialismo, siempre intentando hacerlo desde el trabajo y tratando de hacer lo mejor.

—Participaste de la apertura de sesiones del Concejo santafesino: ¿Cómo ves a la ciudad de Santa Fe y a la gestión de Emilio Jatón? 

—A la mayoría de los gobiernos que iniciaron su gestión en pandemia les costó llevar adelante sus acciones de la forma planeada. Pero en los últimos dos años, Santa Fe vio potenciar la obra pública, así como la mejora de los barrios más vulnerables mejorando su comunicación con las avenidas.

Uno ve las luces Led, las nuevas plazas, las bicis públicas, así como un intendente preocupado en el transporte y la ética públicas o la vivienda, y nota una ciudad muy activa.

—Tanto de Jatón como de Pablo Javkin, cuyas situaciones aún no están definidas: ¿te gustaría verlos dentro del frente de frentes?

—Sin dudas que venimos trabajando juntos, pero también que la política tiene sus tiempos. El calendario electoral recién se conoció y falta para cerrar los acuerdos. Pero ambos intendentes forman parte de un recorrido y nos gustaría seguir caminándolo juntos.