Gustavo Chara nació en Las Toscas hace 37 años y desde muy joven vive en Santa Fe, donde se recibió de abogado.

Fue también en nuestra ciudad donde conoció la militancia, en la misma juventud peronista que lo nutrió de compañeros como el actual precandidato a gobernador Leandro Busatto.

Junto a él se animó a dar el salto a la política, como precandiato a senador: “Venimos planteando cinco o seis ejes que como peronistas no vamos a negociar”, dice sobre la campaña que vienen realizando.

Plantea en cambio serias críticas al actual senador Marcos Castelló, también peronista, a quien le cuestiona su doble rol como cantante y político: “Un senador debe estar de lunes a lunes”, plantea.

“El peronismo santafesino tuvo que soportar gestiones como la de (Carlos) Reutemann que convirtieron al Partido Justicialista en una cáscara vacía”, añade sobre el desafío que les supone el imponer una mirada “disruptiva”.

“No nos resignamos a recuperar el rol transformador del peronismo santafesino”, completa al respecto.

Gustavo Chara junto a Leandro Busatto.
Gustavo Chara junto a Leandro Busatto.

—¿Quién es Gustavo Chara y por qué es precandidato a senador por la lista de Leandro Busatto?

—Nuestra trayectoria está vinculada a proyectos colectivos, a procesos de militancia profunda donde las individualidades no sobresalen y por eso quisiera marcar que la Boleta Única hace que sea más difícil para quienes venimos de caminos militantes.

Estamos bajo una nueva propuesta generacional, encabezada por el precandidato a gobernador Leandro Busatto. Es un compañero con mucha trayectoria. Discute cuestiones profundas de Santa Fe y lo acompaña con propuestas y proyectos. No solo decimos que podemos hacer las cosas de manera distinta sino que decimos qué vamos a hacer y cómo lo vamos a hacer.

Tenemos cinco o seis ejes que venimos planteando en esta campaña. Están vinculados al desarrollo territorial y al hábitat, al ambiente y la producción, al trabajo, al deporte, a la educación… ejes que tienen que expresar el próximo gobierno peronista y que no podemos negociar.

Y la verdad es que estamos muy contentos. En mi caso es la primera experiencia. Tengo 37 años, soy abogado, tuve el privilegio de ir a la universidad pública. Y si bien yo hace más de 15 años que vengo participando en espacio políticos, colectivos, sociales y culturales, el primer pasito que dí en la militancia fue en el centro de estudiantes de mi escuela técnica. Armamos el Centro de Estudiantes y el primer objetivo fue comprar un un equipo de sonido… algo que logramos (risas).

Fue ahí donde aprendí que lo colectivo es mucho más que lo individual. Cuando uno trasciende su nombre propio y sobre la base de causas comunes, empieza a encontrar un sentido. Fue la primer llamita vinculada a la militancia y ya no paré. Luego en Santa Fe y ya en la universidad conocí muchos compañeros y compañeras en la Juventud Universitaria Peronista. También a Leandro (Busatto), donde empezamos a recorrer un camino vinculado a lo colectivo y a lo común.

Somos jóvenes pero con la experiencia suficiente para pensar en los procesos de soluciones colectivas para los problemas comunes. Es una síntesis que expresa un espacio político que viene trabajando en la provincia desde hace mucho tiempo.

—¿Qué evaluación política hacés del departamento La Capital?

—El departamento La Capital tiene que recuperar el liderazgo y el peso político de su historia. Tengo una parecer respecto del actual senador (Marcos Castello), de quien noto una falta de aprovechamiento del lugar institucional que representa. Tiene a disposición uno de los lugares con mayores competencias para abordar todos los temas vinculados a lo privado y lo público, y claramente no se hace. Eso significa que hay menos oportunidades para los santafesinos y santafesinas.

Cuando tomé la decisión de ser precandidato a senador fuí consciente de que es un gran desafío, porque hoy hablar del departamento La Capital es hablar en clave metropolitana, de una Gran Santa Fe. Y en ese sentido venimos unos pasos atrasados.

Por ejemplo: si un 85% de la población vivien en Santa Fe y Santo Tomé, significa que no hay posibilidades de desarrollo y de proyecto de vida en las demás localidades. El principal desafío es el planificar y equilibrar el territorio, achicando las asimetrías. Los gobiernos deben planificar el acceso a derechos para esas familias que quieran vivir a 30 kilómetros de la ciudad capital.

Es lo que tiene que poner en agenda el senador del departamento La Capital, que claramente hoy no sucede. La prioridad del senador (Castello) es hacer la mínima, entregar ayudas o fortalecimientos institucionales, sacarse una foto, firmar y seguir. Pero un senador tiene que trabajar de lunes a lunes.

—¿Y a la ciudad de Santa Fe?¿Cómo la ves?

—Actualmente menos del 10 por ciento accede a todos los derechos que ofrece la ciudad. Es una realidad concreta y objetiva. Impera un modelo que se forjó en 2007 bajo la intendencia de (Mario) Barletta, y que continuó y profundizó (José) Corral.

Un modelo que busca exportar la gestión de Caba: bicicesendas, el tren urbano, cultura de maquillaje o mercantilizada, repavimentación de bulevares y puesta en valor de lugares céntricos… cuestiones muy innecesarias.

Esa inversión hubiera sido mucho más eficiente si se dedicase a integrar los más de 20 barrios que tenemos en la zona norte, más la costa y el suroeste con Centenario, San Lorenzo o Santa Rosa de Lima. 

Es momento de refundar a Santa Fe sobre la base de la inclusión del 80% de los santafesinos y santafesinas que hoy están viviendo en los márgenes del casco urbano y por fuera del acceso a derechos básicos elementales. Hay barrios que tienen que caminar entre 30 y 40 cuadras para tomarse un colectivo. Debemos abrir la ciudad y conectarla mejor con circunvalación para que miles de familias pueden acceder facilmente al hospital o al centro.

“Queremos recuperar el rol transformador del peronismo santafesino”

En suma, hace falta planificación y decisión política para incluir a quienes están por fuera. Y estamos a un milímetro de que la política termine de perder su credibilidad con respecto a la agenda social de los barrios más postergados.

Por eso con Leandro Busatto estamos armando un proyecto que piense la política y recupere el sentido estratégico de pensar a 10 años. Somos un bloque generacional que no se resigna a que las cosas no se pueden cambiar.

—¿La Cámara de Senadores está prepada para dar los debates que plantean? 

—La figura del senador está muy ligada a la defensa de los más poderosos, a hacer lobby por un status quo que sea inmodificable. Hay que invertirlo para que sea un mecanismo de representación de los intereses de los que menos tienen. Aunque es obvio que uno no puede hacerlo solo. El desafío es generar concensos para dar vuelta las prioridades. Se logra con gestión y con el apoyo de la sociedad.

La Educación Sexual Integral hoy está trabada en el Senado. Es un dato concreto de que hay una agenda social y joven que está siendo interrumpida por 19 personas que se resisten a cambios profundos.

—Pasando a lo electoral: ¿cómo tomaron la noticia de la fórmula Massa-Rossi?

Agustín Rossi es un gran referente para nuestro espacio político. No es sorpresa que un compañero y militante como él sea el actual precandidato a vicepresidente, porque siempre reivindicó la política desde el lugar que le tocó.

Se demostró con la 125, más allá de que después sobre quedó en claro que fue un error de cálculo, como lo dijo Cristina (Fernández de Kirchner). Pero en definitiva se estaba planteando un modelo de país.

Rossi es un compañero que siempre tuvo en claro cuáles son las prioridades de un gobierno nacional y popular, de un gobierno peronista. Por eso me pone muy contento que él pueda estar en la fórmula presidencial.

Obviamente que no todo es ideal y no podemos hacernos los distraídos con la presencia de Sergio Massa. La militancia y los espacios políticos vamos a tener que estar firmes y atentos para generar organización y mantener nuestra agenda prioritaria para que los puestos de trabajo contemplen un poder adquisitivo que permitan una vida digna.

El principal desafío es volver a liderar los procesos de distribución. Este gobierno perdió un poco la brújula en esa disputa. Pero la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner fue una gran noticia para recuperar no solamente la capacidad productiva de nuestro país en términos energéticos, sino también para recuperar la soberanía.

Obviamente que vamos a militar la fórmual Massa-Rossi. Pero tampoco desconocemos que un compañero como Juan Grabois está en una lista discutiendo el sentido que debe tener el campo nacional y popular, sobre la base de una propuesta concreta.

Grabois representa lo que vienen pensando muchos compañeros y compañeras que la pelan desde hace mucho tiempo. Por eso me gusta la consigna de tierra, techo y trabajo. Es un programa que debe ser parte de un gobierno peronista. Es digno que él pueda presentar una propuesta y expresa la gran amplitud que tiene el campo nacional y popular. Ojalá pueda hacerse una buena síntesis después de la interna.

—Y al peronismo santafesino, ¿cómo lo ves?

—El peronismo de la provincia de Santa Fe tuvo que soportar a personajes como (Carlos) Reutemann en los '90, que lo vació, y luego soportar otras gestiones que convirtieron al Partido Justicialista en una cáscara vacía. Fue un golpe muy duro para la militancia.

Por eso entendemos que la política debe representar valores, principios y convicciones. Y la verdad es que también nos comimos la curva en el 2019 con las expectativas respecto del actual gobierno provincial. Incluso a mí me tocó ser parte del Ministerio de Desarrollo Social. Pero todos los desafíos que nos planteamos no los pudimos concretar.

“Queremos recuperar el rol transformador del peronismo santafesino”

Esto se debe a la simple razón de que el gobierno provincial tiene un perfil de estilo egipcio, donde piensa que con grandes obras faraónicas va a resolver la desigualdad en la provincia de Santa Fe. Pero la heladera no se llena con cemento. El pueblo santafesino no llega a fin de mes, no tiene trabajo y no tiene certezas, y es la principal crítica central que les hago.

Le reconozco en cambio algunas cosas positivas, sobre todo en lo vinculado al arraigo, pero muy pocas cosas, muy poquitas. Y lamentablemente tampoco pudimos salir del paradigma del asistencialismo.

Todo esto hizo que en la ciudad vayamos por fuera. Pero no nos resignamos a pensar que el peronismo puede recuperar ese rol transformador que tuvo en sus mejores momentos, y por eso también Busatto y quienes pretendemos acompañarlo en la Legislatura vamos por dentro del PJ. Tenemos que pensar que hay posibilidades para que Santa Fe retome el rumbo del peronismo transformador.

Estamos en una especie de transición y tenemos la chance de generar un proyecto mucho más disruptivo. Salir del posibilismo para hacer cosas que no están en la agenda cotidiana. Tener la creatividad inédita para sumar sobre la base de propuestas concretas y un programa que sea transformador, integrador y disruptivo.

—¿Cómo se es disruptivo?

—Ser disruptivo es pensar de un modo mucho más humano y sensible, pero también que se anime a discutir la riqueza. No puede ser que el 1% de los más ricos valgan más que el 99% restante. 

—¿Cómo te encuentran en la boleta este 16 de julio?

—Me van a encontrar en la boleta azul, como el color de la camiseta que usó El Diego contra los ingleses. Y en el número 10, como Messi y Diego.

Estamos muy confiados en esta elección porque trabajamos sobre la base de propuestas y proyectos. Y nos van a encontrar después del domingo recorriendo de la misma manera que lo venimos haciendo desde hace 15 años. No nos iremos a nuestra casa ni seremos un ave de paso que vino a probar suerte. Vamos a seguir recorriendo de la misma manera, independientemente del resultado.

No andamos especulando porque nos la jugamos por los que menos tienen y porque entendemos que hay que recuperar la política para los trabajadores y las familias santafesinas.