Oficialistas, opositores y representantes de peso de los tres poderes del Estado dieron lugar a la tan solicitada Junta Provincial de Seguridad para discutir políticas públicas que frenen o, al menos, reduzcan los índices de violencia armada e inseguridad en el territorio santafesino, principalmente en Rosario y Santa Fe. Como era esperado, no hubo definiciones, sólo se presentaron posturas y se inundó la mesa de diagnósticos.

El gobernador, el presidente de la Corte, el fiscal general, ministros y legisladores participaron del encuentro. La sensación que quedó flotando aunque nadie lo expresó por una cuestión protocolar es que, si bien desde hace años la política corre de atrás la problemática, desde que asumió Omar Perotti la situación nunca logró encauzarse ni siquiera temporalmente.  

El senador por el departamento San Lorenzo, Armando Traferri, sostuvo al salir de la reunión: “Hace 12 años que venimos discutiendo esto, por lo tanto tenemos que aceptar que de alguna manera hemos fracasado”.

“Ésta no es la primera reunión que tenemos al respecto. Fracasó la política. Evidentemente, no hemos estado a la altura de las circunstancias”. Respecto a la gestión de Perotti no tensó la cuerda con el gobernador sino que atribuyó la ineficacia en que estuvo “mal asesorado”, en un claro tiro por elevación al exministro de Seguridad, Marcelo Sain, con quien está enfrentado.

Por su parte, el diputado justicialista Ricardo Olivera aseguró: “No podemos salir mañana a decir que podemos resolverlo, pero el avance que tuvimos hoy respecto de la responsabilidad compartida es importante”.

Por el socialismo, Joaquín Blanco, destacó el encuentro y dio su postura sobre cómo enfrentar la problemática: “Hay recuperar la presencia del Estado en el territorio y el fortalecimiento del sistema de justicia penal. Necesitamos una fuerte intervención integral en los barrios más calientes donde hay una gran problemática de adicciones y de recuperar a los chicos que han dejado la escuela”, enumeró.