La diputada nacional y precandidata a vicegobernadora de la provincia de Santa Fe, Alejandra Obeid -quien integra la fórmula con Marcos Cleri-, recorrió esta semana establecimientos educativos, instituciones, y empresas en las localidades de Sauce Viejo y Santo Tomé.

Acompañada por referentes políticos, visitó las escuelas Pilares, Fuerza Aérea Argentina y la técnica José Scaldaferri, todas en Sauce Viejo, y entregó allí kits de robótica y escolares.

Educación y trabajo, dos pilares fundamentales para el desarrollo de Santa Fe

Durante la visita la diputada nacional remarcó: “Apuntamos a una educación inclusiva, que permita a niños, niñas y adolescentes el acceso igualitario a las nuevas tecnologías, herramientas imprescindibles que les van a permitir insertarse luego en el mercado laboral”, y continuó: “Ese mercado, a su vez, tiene que fortalecerse con políticas públicas que posibiliten la generación de más y mejores puestos de trabajo”.

En este marco, la visita alcanzó también a Pelícano, una empresa con perspectiva de género, dedicada a la elaboración de productos alimenticios que, debido a su expansión, en los próximos días se radicará en el Parque Industrial de Sauce Viejo.

Educación y trabajo, dos pilares fundamentales para el desarrollo de Santa Fe

Finalmente, en su paso por Santo Tomé, la precandidata a la vicegobernación fue recibida por integrantes de la Asociación Deportiva Santotomesina de Veteranos, un club que nuclea a 700 socios en el corazón de barrio Adelina. Allí se refirió al rol de las instituciones barriales, como así también a la educación y la producción como “pilares fundamentales para el desarrollo de nuestra provincia”, y en este sentido indicó: “Necesitamos un Estado presente que equilibre las necesidades de cada sector, garantizando que el engranaje funcione correctamente”.

Educación y trabajo, dos pilares fundamentales para el desarrollo de Santa Fe

Consultada acerca de la propuesta en educación del espacio que integra, Obeid manifestó: “Actualmente escuchamos hablar mucho de meritocracia, pero es injusta esa concepción si no partimos todos del mismo lugar. Es inadmisible que aún hoy haya chicos y chicas sin acceso a una computadora, a la tecnología más básica, y eso por supuesto los deja en desventaja; no iguala el punto de partida, al contrario”. Y continuó: “Tenemos que garantizar que esos puntos de partida sean iguales y, a partir de allí, sí podremos hablar del esfuerzo y el mérito de cada uno. Confío en que podremos hacer de ésta una sociedad más empática y amorosa, donde haya lugar y oportunidades para todos y todas”.