El ministro de Economía, Martín Guzmán, defendió hoy el proyecto de ley para gravar la renta inesperada, al tiempo que destacó la importancia de reducir el déficit fiscal y la emisión monetaria para darle batalla a la inflación, sin dejar de atacar los desequilibrios económicos bajo un esquema basado en un orden macroeconómico.

"Queremos que se siga avanzando en el sendero de reducir el déficit fiscal, como así también la emisión monetaria", dijo el titular del Palacio de Hacienda al referirse a la evolución de los precios durante su presentación en el Foro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA).

En este sentido, dejó en claro que la cuestión macroeconómica "ocupa espacio central en la dinámica de precios y se requiere atacar desequilibrios de la economía argentina, comenzando por los propios desequilibrios productivos, generando divisas para poder crecer".

Guzmán también hizo foco en "el rol que juegan las expectativas" para disminuir los índices de inflación, particularmente a partir de la "credibilidad que necesita el plan económico y la coordinación de la política de precios".

Al defender el proyecto de ley de renta inesperada, que ayer presentó con el presidente Alberto Fernández, Guzmán dijo que "no hay progreso si el crecimiento no es compartido" y que "este Gobierno es socio de quienes apuesten por el trabajo y la producción".

"La renta inesperada no es un nuevo impuesto; es una sobre-alícuota en un año de guerra que ha generado un gran problema distributivo en todo el mundo. El Estado tiene una responsabilidad en la construcción de reglas de juego para una sociedad que progrese; y no hay progreso si el crecimiento no es compartido", agregó el ministro.

Guzmán señaló que a raíz del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania "ha habido un shock que ha generado para ciertos sectores una renta que no tiene nada que ver con una mayor inversión sino que es producto del shock internacional, que al mismo tiempo le genera problemas a millones de personas".

Y que por eso "el Gobierno nacional ha trabajado para articular un proyecto de ley que nos permita administrar esa renta inesperada de la guerra".

En otro pasaje de su exposición, el ministro rechazó la posibilidad de impulsar una dolarización de la economía.

"Abandonar la moneda es reconocer una derrota como Estado-Nación, lo que dañaría fuertemente a la República", enfatizó Guzmán.

El capítulo energético fue parte sustancial de la disertación del ministro Guzmán, que hizo referencia a las condiciones generales que forman parte de la licitación del gasoducto Néstor Kirchner, que unirá las localidades de Tratayén, en Neuquén, con Salliqueló, en el centro oeste de la provincia de Buenos Aires.

"Avanzaremos con la obra estratégica del Gasoducto Néstor Kirchner, impulsando licitaciones técnicas que se adecuan a las necesidades del país", señaló.

En este sentido, dijo que el Gobierno experimenta "un diálogo muy virtuoso con el sector privado en el campo de la energía, por ejemplo en todo lo vinculado al PlanGas, que permitió un ahorro muy importante de divisas".

También destacó el "rol de YPF" y la compañía de todo el "entramado productivo", incluso dejando las puertas abiertas para "nuevos espacios de inversión extranjera directa en el 2023".

Respecto a los niveles de presión tributaria, dijo que "buscamos actuar con pragmatismo, sin una visión ideológica, y en la medida de lo posible adaptamos ciertas cuestiones de la estructura tributaria. Por ejemplo, el 95% de las posiciones de derechos de exportación son más bajas que en el 2019".

Al responder a inquietudes planteadas por los empresarios nucleados en AEA sobre la posibilidad de acceder a los dólares, Guzmán dijo que en el Gobierno "quisiéramos no tener esa restricción pero Argentina padeció una crisis macroeconómico profunda, con una bicicleta financiera que nos hizo un enorme daño".

"Luego, durante la pandemia, tuvimos que recurrir a la emisión monetaria para evitar el colapso de la economía y proteger a la sociedad. Todo esto tiene sus costos, por eso se administran las divisas. Ahora hay un camino claro que debe ser acompañado por políticas macro consistentes", manifestó Guzmán.

El ministro, al momento de analizar la relación Gobierno-empresarios, remarcó la complementación entre los sectores público y privado: "Este Gobierno es socio de quienes apuesten por el trabajo y la producción. Hace falta seguir construyendo sinergias entre ambos sectores, con el objetivo de fortalecer a la Argentina como Estado-Nación", concluyó.

(Télam)