Aquel 8,4% de inflación de abril movió todos los cimientos del Gobierno que veía como se le resbalaba la continuidad en el poder. La baja del 7,8% de mayo ayudó a respirar y hasta largar la candidatura del ministro de Economía, Sergio Massa, y este jueves se espera que el índice de inflación de junio, el último que se conocerá antes de las elecciones PASO del próximo 13 de agosto, siga en baja.

Según el mercado y la Casa Rosada, el dato será menor al del mes pasado y le servirá para vender al precandidato una desaceleración constante en el alza de precios, por más que sea un número altísimo. De hecho podrán exponer un eventual control cuando la inflación pensaba en desbocarse y llegar a la crítica cifra con dos dígitos. 

Algunas consultoras privadas registraron ubicaron su medición por debajo del 7 por ciento. Mientras que el Banco Central confirmó, al publicar el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), hace algunos días, esa desaceleración y que podría implicar un recorte de más de un punto porcentual y medio de un mes a otro.

La inflación de junio en la medición que hace la Ciudad de Buenos Aires fue de 7,1 por ciento. A partir de esa cifra, el BCRA diagnosticó que “dado que las ponderaciones de bienes y servicios entre el IPC nacional y el IPCBA son diferentes, el dato recientemente publicado implicaría una inflación que, con alta probabilidad se ubicaría por debajo del 7% mensual”.