Por Álvaro Arellano

Leandro Busatto presentó hace algunos días “El grito del siglo XXI”, un libro que anticipa y desarrolla uno de los principales ejes de campaña que propone en su carrera como precandidato a gobernador de Santa Fe: la revisión del sistema tributario en Santa Fe. En diálogo con Rosarioplus.com planteó las discusiones que tiene que dar el justicialismo santafesino y sostuvo: “A Perotti nunca le interesó la política ni mucho menos el destino del peronismo como conjunto”.

Más allá de las propuestas concretas de cara a la campaña, el actual legislador provincial hizo hincapié en dar una discusión hacia dentro del peronismo provincial para ampliar el espacio. En ese sentido, destacó la Paso municipal acordad entre Roberto Sukerman y Juan Monteverde. “Un ejemplo a seguir, que yo creo que hay que tratar de imitarlo. Tenemos todavía un mes para llevarlo adelante con otros espacios políticos del peronismo”, manifestó y aclaro: “Primero hay que empezar por los compañeros”.

El libro surge de una propuesta legislativa del propio Busatto. Propone una segmentación tributaria, que implica bajarle en un  50% al Impuesto Inmobiliario Rural a todos los pequeños propietarios rurales Con esas condiciones intentarán bajar el impuesto un 50% y paralelamente crear un adicional para grandes latifundios, con la finalidad de generar un fondo destinado a actualización catastral, infraestructura rural y fomento de actividades económicas en pueblos de hasta 1.500 habitantes que son unos 250 en todo Santa Fe. Significaría una rebaja del impuesto al 95% de propietarios rurales de la provincia. La alícuota adicional sería para la minoría.

— ¿Es un eje de campaña la revisión del sistema tributario?

Es sin lugar a dudas un eje de campaña y una política que voy a llevar adelante si soy gobernador. Es cuestión de revisar el sistema tributario y hacerlo más progresivo. Santa Fe tiene dos grandes problemas: uno es que depende cada vez más de impuestos nacionales y menos de impuestos propios. El Inmobiliario rural y las patentes son impuestos propios y que realmente gravan la riqueza, porque paga más el que más tiene y paga menos el que tiene menos tierra o vehículos menos lujosos. Una de las maneras de redistribuir el ingreso es con un nuevo sistema tributario más justo.

— ¿Por dónde pasan otros ejes que considerás troncales para desplegar en Santa fe?

Unos es la viabilidad del sistema productivo argentino: Argentina no puede seguir con el monocultivo de soja para atender el sistema productivo. Eso expulsa familias de sectores rurales y licúa la posibilidad de desarrollar otras actividades productivas. La otra cuestión es como nos organizamos en comunidad. La pandemia demostró que las grandes ciudades tienen enormes dificultades para garantizar condiciones de vida digna. Santa Fe y Rosario pueden cobijar a gente que es expulsada de otras localidades pero no pueden resolverle la posibilidad de vivir dignamente. Tenemos que fomentar que la gente elija donde vivir.

— ¿Qué temas urgentes quedaron por abordar durante la gestión de Omar Perotti?

De estas temáticas que mencioné no se abordó ninguna. El gobierno de Perotti abordó otros temas, hay que agregarle un capítulo distributivo. El gobierno de Perotti fue productivista pero poco peronista en términos de redistribución del ingreso, me parece que hace falta agregarle un capítulo redistributivo, falta una mayor presencia del Estado para una política más justa.

— ¿Considerás que fue peor o mejor que el de la gestión previa?

Tuvo buenas y malas. Fue mejor que el anterior en cuanto a la idea de descentralizar la provincia y fue igual de mala en materia de inseguridad. Fue también decididamente peor en términos educativos. Fue poco empático con los gremios docentes, con la idea de generar en la escuela un ámbito de convivencia. Le va a costar trascender en la historia con una huella indeleble en la política de Santa Fe.

— ¿Cuál fue el mayor déficit de su gestión?

La política fue el déficit más grande que tuvo la gestión. A Perotti nunca le interesó la política ni mucho menos el destino del peronismo como conjunto. Algo raro, porque fue el peronismo el que lo hizo gobernador a él. Los alineamientos son circunstanciales, pero la estrategia electoral del peronismo, que debería haber estado en cabeza de él, nunca estuvo. Hizo de la gestión una gestión a imagen y semejanza de él y de los que piensan como él. Los demás sectores del peronismo no fueron tenidos en cuenta y en muchos casos por pensar diferente fueron expulsados del gobierno.

¿Qué esperás del peronismo en la provincia?

Yo quiero un peronismo más amplio, donde el debate sea un valor, no un disvalor. Donde los contrapuntos permitan fortalecer y no debilitar. Y donde haya que aceptar que al lado hay otros y otras que pueden generar condiciones para que al peronismo le vaya bien. Eso nunca estuvo en cabeza de Perotti. El peronismo ameritaba otra cosa.

¿Te inclinás más por una experiencia como la de Ciudad Futuro y La Corriente en Rosario?

Es un ejemplo a seguir, que yo creo que hay que tratar de imitarlo. Tenemos todavía un mes para llevarlo adelante con otros espacios políticos del peronismo. Se necesita un recambio de generación importante y un programa de gobierno común para sostenerse en el tiempo.

¿Una réplica podría incluir a otros sectores? ¿Incluso socialistas que quedaron fuera del Frente de Frentes?

Primero hay que empezar por los compañeros y compañeras. Yo tengo expectativas de que con aquellos que pensamos más o menos parecido, podamos concluir en un mismo espacio electoral y después poder incluir a otros que han quedado agredidos por la decisión del socialismo de irse con el PRO.

¿Qué le puede aportar el peronismo que pretendés para la provincia al territorio nacional?

Le puede agregar mejorar la democracia, y segundo actualizar las cuatro o cinco aptas fundamentales del modelo económico argentino post peronismo: educación pública, salud pública, paritarias, producción y trabajo y un sistema previsional solidario para que la gente se pueda jubilar. Eso el peronismo lo tiene que defender. Si no tenés para comer o para educarte, difícilmente seas libre. Eso es lo que está en juego ahora.