Además del enfriamiento que supone la recesión económica a la actividad industrial, ahora se le suma la crisis por desabastecimiento de gas natural licuado a las preocupaciones del aparato fabril del país. En lo que hace a la provincia de Santa Fe, la reacción fue inmediata y Fisfe (la federación que agrupa a las empresas del sector, en su mayoría pymes) salió al cruce.

Un comunicado de la entidad emitido este miércoles menciona “la inédita situación que atraviesa el suministro de gas en nuestro país” y el hecho de que “distintas empresas industriales de la Provincia de Santa Fe han recibido notificaciones de su distribuidor, Litoral Gas, indicando que Transportadora Gas del Norte S.A.  ha declarado una situación de Fuerza Mayor que ha comprometido el abastecimiento de la  demanda prioritaria de la región. A partir de ello, la empresa distribuidora solicita el cese del  consumo de gas natural en las instalaciones industriales”.

Desde Fisfe señalaron que la coyuntura en este plano “afecta tanto a los usuarios que tenían contratos interrumpibles como a aquellos que tienen vigentes contratos en firme, quienes afrontan un costo mayor para asegurarse el gas todo el año”. Por lo tanto, la entidad fabril instruyó a sus afiliadas a tomar recaudos para cumplir con sus compromisos y evitar penalidades y contratiempos, pero también para contribuir al consumo domiciliario. 

"Es fundamental destacar el impacto significativo que tendrán estas restricciones en el sector productivo y en toda la cadena de suministro de las distintas empresas afectadas. A partir de estos acontecimientos, se espera una reducción inmediata en la producción industrial debido  a la falta de gas, lo que afectará la cadena de suministro y causará posibles retrasos en la entrega  de productos, así como consecuencias económicas para las empresas debido a la paralización  de actividades", alertaron los industriales.

La situación agrava el panorama en el que ya la industria en general acarrea en lo que va del año un achicamiento del 18 por ciento de la actividad, y un comportamiento negativo de todos los rubros en general, menos la molienda de oleaginosas, cuyo repunte se explica simplemente porque el año pasado la sequía arruinó la cosecha gruesa y este año no.

Por todo eso, Fisfe exhortó “a las autoridades pertinentes a tomar las medidas necesarias para mitigar los efectos de esta restricción e invitamos a las industrias a mantener la comunicación abierta con  sus proveedores y clientes para gestionar esta emergencia de la mejor manera posible”.