“Nos sumamos al paro del 24 porque entendemos que la generalidad del DNU y la Ley Ómnibus afecta al pueblo argentino y no es un problema solo de inquilinos o de un partido político en particular.”

Tal es el reclamo que levantarán este mediodía los integrantes de Inquilinxs Autoconvocadxs, un grupo de reciente creación y que se organiza “para tratar de encontrarle una salida colectiva a un problema que afecta a cientos de miles de santafesinos”.

La cita corresponde a Mauro Rueda, uno de sus miembros fundadores, quien justifica: “Durante la campaña electoral se habló mucho de las individualidades y de ir en contra de lo colectivo. Nuestra trinchera a esa idea es la de tratar de encontrar una salida colectiva a un problema tan grande como el problema del acceso a la vivienda.”

Para dar contexto agrega: “En el país hay 10 millones de personas que alquilan y en nuestra ciudad somos el treinta por ciento de los habitantes. Es una situación desesperante e ilógica porque según el último censo hay una vivienda digna y lista para ser habitada cada 2,5 argentinos."

Advierten sobre el crecimiento de los alquileres temporales en Santa Fe y Rosario

Y aunque “fue muy discutida y polémica”, Rueda entiende como un retroceso a la derogación de la Ley de Alquileres:  “Es un brutal ajuste a todos los argentinos, y en particular a los inquilinos porque la derogación de la ley nos dejó desamparados a la hora de discutir un contrato de alquiler.”

“Si bien fue una ley muy discutida y polémica, con muchos puntos por mejorar, pero que servía como marco regulatorio para valernos de ella”, agregó.

También señaló la importancia de que “los gobiernos local y provincial avancen en una red de defensa para los inquilinos”.

Monopolio inmobiliario

Rueda observa que la situación del inquilino santafesino “es muy compleja” y circula “por dos grandes andariveles”.

“Por un lado están quienes tienen contratos vigentes, a quienes chantajean o intentan sacarles ventajas por la falta de información. Por otro lado está el tema más urgente de las personas que deben salir a buscar alquiler en un contexto inflacionario que se profundizó y deja al libre albedrío de la inmobiliaria las condiciones para alquilar”, explica.

Frente a tal panorama, Rueda entiende que los grandes ganadores de las nuevas reglas del juego serán “las cuatro o cinco inmobiliarias que concentran el 80 por ciento de los contratos de alquiler”.

Expica entonces que su rechazo no es a la figura del propietario, sino a la de estas firmas inmobiliarias “que concentran el mercado y fijan las reglas”.

“El acceso a la vivienda es un derecho y por ende no puede estar regulado como cualquier transacción comercial. Por eso estamos en contra del DNU, la Ley Ómnibus y la derogación de la Ley de Alquileres”, cerró Rueda.