Todo indicaba que nuevamente el gobernador Omar Perotti activaría un frente de tormentas con la elección del fiscal general del Ministerio Público de la Acusación (MPA). Sin embargo, no fue así y el gobernador aplicó lógica y pragmatismo para resolver la situación.

Hasta escasas horas antes de la definición, se inclinaba por el camarista Roberto Prieu Mántaras, resistido no sólo la oposición sino por colectivos feministas tras una serie de fallos sin perspectiva de género. Insistir con ese nombre, que se decía tenía el empujón del ala más conservadora de la justicia, no tenía ningún soporte porque, lo más probable es que fuera rechazado por la Asamblea Legislativa. 

Las elecciones de tres mujeres para los máximos cargos del MPA, Cecilia Vranicich (fical general), María Eugenia Irribarren (fiscal regional Rosario) y Estrella Moreno Robinson (defensoría pública), parece ser todo un mensaje del gobernador hacia la política. Hubiera sido impensado poco tiempo atrás, pero, además de no tener destino el nombre Prieu Mántaras, también se lee que Perotti evitó chocar en sus últimos meses de gestión.

Tweet de Marcos Corach

En ninguno de los tres casos figuraban en primer orden de las ternas elevadas por el jurado de los concursos. Ahora, la Asamblea Legislativa deberá refrendar los nombres elegidos por el gobernador. En la previa parece que será un trámite. Lo que tenía destino a disputa política salvaje quedó relegado al acuerdo, justo en momentos en que la sociedad reclama soluciones en una materia tan sensible como la persecución penal.