Una analista experta en asuntos de matriz energética como Agustina Sánchez Beck apuntó la “falta de previsión” del gobierno de Javier Milei que esta semana hace eclosión en el desabastecimiento de gas natural licuado, al punto de ocasionar un serio perjuicio a la dinámica de la economía.

La directora de Energía y Minería del Ocipex (Observatorio de Coyuntura Internacional y Política Exterior) habló este miércoles en Sí 98.9 con Ariel Bulsicco y Flor Lattuada, y aunque atribuyó la crisis a “una conjunción multicausal de motivos”, sí resumió todo en que en esto hay “una gran responsabilidad del gobierno nacional”. 

Sánchez Beck apuntó en primer lugar que “no se finalizaron las obras de ampliación del gasoducto Néstor Kirchner que se inauguró el año pasado, y tenían que concluir las plantas compresoras para pasar de transportar 11 millones de metros cúbicos al día, a 22 millones de m3 diarios”. 

La conclusión da una paradoja formidable en esto de pretender recortar gastos con la paralización de la obra pública. “Hoy tenemos Vaca Muerta con récord de producción, pero sin poder transportar el gas”, relacionó Sánchez Beck. Una torpeza que obligó al gobierno a salir a comprar apurado envíos por buque de gas natural licuado (GNL).

“Esa falta de planificación no es gratis. Nación no previó esta situación climática que no es difícil de prever, para eso está el Servicio Metereológico Nacional. Y salió a comprar el combustible cuando ya estábamos desabastecidos. Salimos a comprar y es una pérdida de dinero cuantiosa. Porque al estar desesperado, a uno le venden a mayor precio. Significó que costó mucho más esos buques de GNL que no llegaron aún”, dijo.

Sánchez Beck citó una negativa de Petrobras a venderle de urgencia una partida de GNL por buque al gobierno de Milei, y concluyó: “Ahora se ve que tener una política exterior tan dañina no sale gratis”. 

Reprobó que por un lado el gobierno anunciara el lunes una quita de subsidios a consumidores domiciliarios de gas, lo cual implicará otro incremento de tarifas a sectores populares, mientras por otro lado habilita un aumento de 20% en la nafta y, a la vez, los balances de las empresas del sector energético mostraron en sus últimos balances utilidades al 3000 por ciento. 

“El gobierno incurre en una gran hipocresía: hace un tarifazo porque dice que los subsidios generan ruinosas consecuencias para el fisco, pero nada dice de lo ruinoso que es salir a comprar gas a último momento cuando concluir la infraestructura disponible hubiera sido más barato”, concluyó.