La Agencia Provincial de Seguridad Vial realizó 22.515 operativos de control desde enero a octubre en todo el territorio provincial en los cuales se fiscalizaron 560.976 vehículos de distinto porte. Según un informe de esta dependencia, tras el incremento de los controles en rutas de la provincia, hubo una notable baja de los casos de alcoholemia positivos.  Así, entre enero y octubre de 2022 se realizaron 184.976 test de alcoholemia a conductores, de los cuales 3482 arrojaron resultado positivo sancionable.

Al respecto, la directora Provincial de la APSV, Antonela Cerutti, afirmó que el constante control en las rutas “modificó el accionar de los conductores”, ya que los resultados demuestran que, actualmente, las alcoholemias positivas sancionables se dan en 2 de cada 10 conductores. En cambio, cuando se inició la gestión observaron que 6 de cada 10 conductores conducían alcoholizados por las rutas de la provincia. “Los controles salvan vidas, ahí radica la importancia de generar puestos de control activos que funcionen las 24 horas del día”, indicó la funcionaria.

Asimismo, la Policía de Seguridad Vial lleva a cabo acciones de fiscalización en forma sistemática todos los días de la semana en todas las franjas horarias. Según datos de esta fuerza, durante el período de enero a octubre se labraron 99.513 actas de infracción por distintas transgresiones a las normas de circulación, tales como conducción bajo los efectos del alcohol, exceso de pasajeros en los vehículos, falta de documentación reglamentaria, ausencia de RTO, etc. En este marco 2436 vehículos fueron retenidos por agentes de la PSV y derivados a los corralones municipales correspondientes.

En cuanto a la alcoholemia, de la totalidad de test realizados, 43.054 se efectuaron con alcoholímetro y 141.922 con alómetro, un dispositivo que permite agilizar el control, sabiendo qué personas consumieron alcohol y cuáles no. De esa forma a quienes les da positivo se los controla luego con el alcoholímetro tradicional que es el que detalla la graduación de la sustancia en sangre. Se trata de un procedimiento donde el conductor a través del aire que espira hacia el dispositivo obtiene una respuesta negativa o positiva. En el caso que se detecte alcohol en el aire espirado se realiza el control con el alcoholímetro, para confirmar o descartar que el conductor esté alcoholizado. Este dispositivo tiene como objetivo optimizar recursos y además incrementar y agilizar los controles de alcoholemia en todo el territorio provincial.

“El objetivo principal es seguir incrementando y fortaleciendo los controles para modificar las prácticas de riesgo en los conductores y construir una cultura vial más segura y responsable para todos y todas”, apuntaron finalmente desde la cartera de Seguridad Vial.