Una mujer turca demandó a su esposo porque "rara vez" se bañaba, olía a transpiración y sólo se cepillaba los dientes una o dos veces por semana. Ante esto, la Corte Suprema incorporó una figura nueva a las causales de divorcio de ese país: no bañarse.

La mujer, identificada sólo como AY por los medios de comunicación turcos, solicitó el divorcio de su marido, CY, citando su falta de higiene personal como la razón principal. Según la denuncia, el acusado usaba la misma ropa durante una semana, rara vez se duchaba y olía constantemente a transpiración.

El abogado de la mujer presentó una serie de testigos para confirmar esas afirmaciones, incluidos conocidos de ambos y algunos de los compañeros de trabajo del hombre. En tanto, todos confirmaron la mala higiene personal del acusado.

Finalmente, el tribunal aprobó la solicitud de divorcio de la mujer y también ordenó al marido pagarle 500 mil liras turcas (16.500 dólares) como compensación a su ahora ex pareja por soportar su falta de higiene personal.

“Si la vida en común se vuelve insoportable debido a un comportamiento, la otra parte tiene derecho a solicitar el divorcio. ¡Todos debemos tener cuidado en las relaciones humanas! Por eso debemos prestar atención tanto a nuestro comportamiento como a nuestra limpieza”, dijo el abogado Senem Yılmazel al diario turco Sabah.