El presidente Alberto Fernández promulgará este martes por la tarde la ley que establece el marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y cáñamo industrial. A un año de haber presentado el proyecto de ley, el Gobierno le dará luz verde a una industria que puede mover en el inicio unos 500 millones de dólares. 

En este sentido, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, impulsor de la iniciativa,  sostuvo que, al convertirse en ley ese marco regulatorio, "nace una nueva industria en la Argentina". En su articulado, el proyecto promueve mecanismos de autorizaciones para los productores y comercializadores, y estrategias de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena.

El objetivo es brindar un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementar la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis. La ley permitirá desarrollar en escala al sector, el cual hoy legalmente solo está permitido en muy pequeña escala, para investigación o consumos muy pequeños.

En tanto, desde el punto de vista de la salud, Kulfas aseguró que la norma le va a dar "una respuesta concreta a mucha gente que lo necesita". "Están probadas las capacidades terapéuticas del cannabis medicinal. Hay muchísimas madres que lo saben por sus hijos que lo consumen para la epilepsia, y también para un montón de enfermedades y tratamientos donde está demostrado que realmente ayuda", explicó.

La normativa también crea la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), un organismo descentralizado que tendrá autarquía administrativa, funcional, técnica y financiera, y que funcionará dentro del Ministerio de Desarrollo Productivo. Va a regular toda actividad económica de la cadena productiva del cannabis para uso medicinal e industrial", y sostuvo que "para promover la investigación científica, la Ariccame tendrá articulación con universidades públicas y organismos de ciencia y técnica de todo el país.

A su vez se crea el Consejo Federal para el Desarrollo de la Industria del Cáñamo y el Cannabis Medicinal, que estará constituido por un representante de la Nación, uno por cada provincia y uno por CABA.