La inflación de marzo registró una nueva caída respecto al mes anterior y se ubicó en 11%. Más allá de la desaceleración, el dato acumuló un 51,6% en lo que va del año y un 287,9% en el interanual. 

La división de mayor aumento en el mes fue Educación (52,7%), por los incrementos de las cuotas en los distintos niveles educativos al inicio del ciclo lectivo. Le siguieron Comunicación (15,9%), por las subas en servicios de telefonía e internet, y Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (13,3%), por alzas en el servicio de electricidad.

Por su parte, el rubro Alimentos volvió a estar por debajo del índice general y fue 10,5%. Se trata del dato clave a tener en cuenta en la desaceleración, ya que es el sector que tiene mayor injerencia en la elaboración del Índice de Precios al Consumidor. 

X de INDEC Argentina

Tras incesantes aumentos en la canasta alimenticia, que arrancaron incluso antes de la asunción del actual gobierno, se dio una caída notoria en el consumo de productos básicos que llevaron a una desaceleración en las remarcaciones de alimentos. 

Lo que sucede con ese rubro explica la desaceleración que registró la inflación general a nivel nacional en sus últimas mediciones y es la apuesta del gobierno para sostenerlo en los siguientes reportes mensuales, aunque a la larga se verá afectado por otras variables e indefectiblemente tendrá su repercusión sobre el IPC.

Por el momento, pese a los siderales aumentos que vienen registrando tanto tarifas (vivienda, agua, electricidad y gas) como transporte, no llegan a incidir lo suficiente como para alterar demasiado el dato de inflación, pese a exhibir aumentos que superan el 100% en cada caso.

Alimentos y bebidas explica el 30% de la composición del IPC nacional, mientras que el 70% restante se lo reparten entre otros once rubros. Es decir que cualquier variación al alza o a la baja tiene un fuerte impacto en el número mensual.

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