Colón jugó su tercera final en dos años, sin lugar a dudas el período más exitoso de su historia. Tenía la chance de sumar su segunda estrella. Esta posibilidad se la daba su primera estrella, la que logró el 4 de junio de este año, cuando goléo 3 a 0 a Racing en la final de la Copa de la Liga. Enfrenta estaba River, sin dudas, el mejor equipo del fútbol argentino. Y fue demasiado para un Colón que, otra vez, jugó muy mal.

Ante la baja de Gonzalo Piovi y la imposibilidad de utilizar la línea de cinco, Eduardo Domínguez decidió poblar la mitad de la cancha: 4 en el fondo, 5 volantes y un delantero. Las sorpresas fueron Bruno Bianchi, que le ganó la pulseada a Facundo Garcés, y Aléxis Castro, que reemplazó a Piovi.

En ningún momento de partido Colón hizo pie. En la primera etapa hubo dos escapadas de Eric Meza, pero que terminaron en malos centros, y una contra desperdiciada por Facundo Farías, que quiso enviar un centro cuando podía intentar un remate. River, sin ser arrollador, fue más durante todo el encuentro.

Lo tuvo con un remate de Julián Álvarez que tapó Leonardo Burián y con un centro de José Paradela que casi se mete. En el final del primer tiempo, con algo de fortuna, abrió el marcador: Robert Rojas quiso tocar hacia el medio, pero la pelota rebotó en Rodrigo Aliendro y le quedó a Santiago Simón, que metió un centro perfecto para que Álvarez, de cachetada, le cambiara el palo a Burián.

En el inicio del complemento Colón no mostró reacción. Y Domínguez tampoco. El partido pedía cambios, pero el DT decidió mandar a la cancha a los mismos once. Un centro de atrás de Paradela encontró otra vez a Álvarez, que anticipó a su marcador. Tapó Burián, pero en el rebote el delantero convirtió.

Ahí se terminó el partido. Domínguez mandó a la cancha a Facundo Mura, Santiago Pierotti y Lucas Beltrán por Meza, Ferreira y Bernardi. Gallardo apostó por Jorge Carrascal para manejar los tiempos. Y lo consiguió. Sobre el final, una excelente jugada de Álvarez terminó con un remate en el palo, que capturó Benjamín Rolheiser para el 3 a 0. Y ya sobre el final, Carrascal puso el cuarto. Delgado reaccionó agrediéndolo tras el festejo, y vio la roja.

Colón no pudo el mejor equipo del fútbol argentino, pero cerró el mejor año de su historia, el año en el que consiguió su primera estrella.