El Concejo de la ciudad de Santa Fe aprobó un proyecto de factibilidad técnica, económica y operativa con el objetivo de realizar tareas de control y supervisión de precios de productos de consumo masivo. Su autor, Federico Fulini (Unidad Ciudadana), manifestó que el control de precios "no soluciona la cuestión de fondo, pero funciona como disparador para comenzar a debatir sobre el futuro de la alimentación sana, barata y sustentable en nuestra ciudad".

Durante la sesión de este jueves, el cuerpo legislativo de la capital provincial aprobó un Proyecto de Resolución con el objetivo de garantizar el cumplimiento de precios máximos de más de 1400 productos masivos. El concejal Fulini, ideólogo de esta iniciativa, explicó que “si bien entendemos que esta medida no va a solucionar la cuestión del hambre y la inflación, cumple una función para iniciar el profundo debate y construcción de consenso que se necesita para combatir esta problemática histórica”.

"Sabemos lo que significa que los alimentos cuesten caros: son miles, sino millones, de personas con hambre y con dificultades para cubrir necesidades básicas. También entendemos que mayor precio en la comida se traduce automáticamente en mayores prestaciones sociales y por lo tanto en mayores impuestos. Por este motivo, cuidar el bolsillo de nuestro pueblo en su alimentación no solo es un beneficio y un deber moral, sino que es una solución al problema de competitividad histórico que tuvo y tiene la Argentina”, expresó el edil.

En este mismo sentido, el autor del proyecto explicó: “Nosotros no venimos a confrontar con el sector productivo, sino que buscamos construir consenso con el mismo y con las demás fuerzas políticas de nuestra ciudad. Debemos dejar de lado las discusiones estériles para avanzar en la toma de decisiones necesarias para que los santafesinos y las santafesinas puedan conseguir alimentos baratos, sanos y sustentables”.

"Esto no se trata de una propuesta al aire -continuó Fulini-, creo que la Municipalidad tiene mucho margen de acción para combatir esta problemática porque en el pasado ha intervenido de manera directa en la cadena de distribución de alimentos. El Municipio estaba a cargo de mercados populares, que acercaban al productor y al consumidor, como lo eran el Mercado del Abasto, el Mercado Norte, el Mercado del Progreso, entre otros".

"A su vez, tenía a su cargo un frigorífico que lograba que los carniceros compren el ganado en las ferias, lo manden al matadero municipal y de esa manera se evitaban el costo extra de un intermediario. También existía un mercado intercomunal, que regulaba e intervenía en el área metropolitana para que las frutas y las hortalizas no se encarezcan debido a costos de logística, sino que a través de la intervención del Estado se llegaba a proveer a los santafesinos y santafesinas a un precio accesible”, finalizó Fulini.