La puerta de vidrio, en el acceso a la sede municipal de Roldán, se hizo trizas por el piedrazo que arrojó uno de los trabajadores que este martes acudió en reclamo de una recomposición del dinero que perciben por realizar tareas varias para la administración del intendente Daniel Escalante.

La protesta irrumpió con estupor para el personal y los contribuyentes que estaban temprano a la mañana en la oficina de trámites del edificio municipal, en San Martín y Sargento Cabral. Una cámara pública registró el momento en que de un grupo de hombres se adelanta uno y arroja un piedrazo que hace estallar el vidrio de la puerta. Y allí se hizo visible el reclamo.

Según la versión difundida por la gestión del radical Escalante, se trata de unos 12 beneficiarios del Fondo de Ayuda Municipal (FAM) que realizan contraprestaciones a cambio de esa asistencia monetaria, en reclamo de un aumento del monto. El municipio aseguró que en los últimos días se le asignó un incremento de 25% a sus haberes, pero añadió que sus destinatarios lo consideraron insuficiente. 

“Respetamos el reclamo salarial, pero repudiamos enfáticamente estos actos violentos que ponen en riesgo la integridad del resto de los empleados municipales y de los vecinos”, rechazó el comunicado municipal. Asimismo, agregó que Escalante ordenó realizar la denuncia penal correspondiente.

Otra versión, extraoficial, señaló que el motivo del malestar con estos trabajadores es que trabajan en tareas de desmalezado y cortes de pasto con horario y régimen como si fueran empleados formales del municipio, pero en realidad no lo están y cobran menos de $1000 la hora de trabajo.