Un curioso hecho sucedió esta semana en nuestra ciudad. Inició como un accidente casual, luego de que una mujer de 45 años protagonizara un choque el pasado jueves en la esquina de Matheu y Rivadavia (barrio Guadalupe Oeste).

Sin embargo el caso encendió algunas alarmas luego de que los médicos constataran que la paciente, además de las lesiones productos del choque, presentaba una bala incrustada en el rostro.

El dato generó una conmoción entre propios y extraños a punto tal de que —según informó Uno Santa Fe— la causa incluso pasó a ser investigada como “intento de femicidio”.

El misterio permaneció varias horas hasta que lograron hablar con la madre y nuera de la víctima. Ambas corroboraron el origen del proyectil: "Ella fue herida cuando era adolescente y nunca le quitaron el plomo del rostro", señalaron.

Alivio doble para nuestra anónima protagonista, de quien los médicos aseguran que el debido reposo la aliviará de los dolores producidos por el choque y que, como beneficio extra, ya sentirá el dolor de muelas que la acarreaba desde hace 28 años.