El diputado provincial Rubén Giustiniani no tiene dudas de que las bancas de Igualdad garantizan “la introducción de debates que antes no existían” en la Legislatura de Santa Fe.

Entiende que nuestra provincia es “conservadora” a causa de “un status quo de las fuerzas políticas mayoritarias que no pudo, no supo o no quiso avanzar en cuestiones elementales como la reforma constitucional".

También cuestiona la disposición de la Legislatura local donde “basta con ganar por un solo voto para garantizarse 28 de sus 50 bancas”. “Es un disparate”, resume.

Una calificación que hace extensiva al estado de la “rosca” política santafesina actual, donde la "falta de diálogo" y los personalismos “que miran mucho el propio ombligo” no les permitió confluir en ninguna alianza.

“El gobierno provincial fracasó en temas fundamentales como la seguridad, la educación y la salud”, asegura sobre la administración de Omar Perotti. También postula que la inseguridad es "un tema común” en toda la provincia.

“Cada voto de Igualdad es positivo y de esperanza”, señala en cambio sobre la fórmula que encabeza a la Cámara baja junto a Agustina Donnet y Damián Verzeñassi.

Rubén Giustiniani y Agustina Donnet, diputados provinciales.
Rubén Giustiniani y Agustina Donnet, diputados provinciales.

—¿Qué evaluación política hace del período legislativo que está por terminar?

—Nuestro último logro con Agustina Donnet fue la habilitación del Voto Joven. Estamos muy contentos de haber terminado con esta discriminación en Santa Fe para con la población de 16 y 17 años. Nuestra presentación al Tribunal Electoral fue exitosa y el 16 de julio se incorporarán al padrón. Se terminará con una vergüenza porque éramos la única provincia que no les permitía votar a esta población. En términos técnicos resta una impugnación judicial pero ya están inscriptos al padrón.

Estamos muy conformes con el balance de nuestra gestión legislativa en el bloque Igualdad. A pesar de solo ser dos diputados de 50 (NdR: él y Donnet), logramos introducir debates que antes no existían. Planteamos la necesidad de leyes como la de Educación Superior, de Educación Sexual Integral, de Acceso a la Información, de Defensa a Usuarios y Consumidores… temas que sin la presencia de Igualdad no se discutían.

Y el otro gran logro fue la ley que permitió al gobierno provincial comenzar a producir cannabis medicinal. Todos temas impulsados por el bloque Igualdad.

—Y en términos de trabajo y de diálogo entre pares, ¿cómo calificaría la calidad institucional de nuestra Legislatura?

Santa Fe tiene una política muy conservadora. Un status quo de las fuerzas políticas mayoritarias que no pudo, no supo o no quiso avanzar en estas últimas décadas con cuestiones elementales como, por ejemplo, la reforma de la Constitución provincial. Somos casi la única provincia del país que no la reformó después de 1994. Y es grave porque determina privilegios que no tienen otros funcionarios o habitantes de la Argentina, ni siquiera el presidente de la Nación. Hablo de los fueros, que dan la la posibilidad de no concurrir ante un llamado de la Justicia. Un verdadero disparate.

Esta vieja Constitución también determina el período ordinario de la Legislatura comience recién el primero de mayo. O sea que pasamos medio año sin la posibilidad de introducir leyes propias, a contramano de lo que pasa en todo el país.

Santa Fe presenta una anomalía institucional que determina que, por ejemplo, quien gane por un voto en las elecciones provinciales se lleve 28 de 50 bancas. Totalmente insólito para los momentos actuales. La distribución de las bancas se hacen por una distribución proporcional y bajo el sistema D'Hondt en todos los municipios, en todas las provincias y en todo el país.

Por último, veo institutos no actualizados como el de Defensa de los Consumidores.

—¿Qué evaluación hace de la gestión del gobernador Omar Perotti?

El gobierno provincial fracasó en temas fundamentales como la seguridad, la educación y la salud. Un gobierno que tuvo un perfil más inclinado a la producción y que propició algunas medidas positivas como el Boleto Educativo Gratuito o Billetera Santa Fe.

Rubén Giustiniani en actividad por el Voto Joven.
Rubén Giustiniani en actividad por el Voto Joven.

Pero fracasó contundentemente en un tema fundamental y para el que había planteado soluciones, como es la inseguridad. Pasaron cuatro ministros en tres años y medio, además de once jefes policiales en la ciudad de Rosario. Habla de la inexistencia de un plan de seguridad que cada día preocupa más, no solo a los rosarinos sino prácticamente a toda la provincia.

—¿A toda la provinicia?

—Sí. Es diferente la situación de acuerdo a la ciudad que se tome, pero la inseguridad surge como principal tema en toda la provincia.

Evidentemente que el problema en Reconquista, Rafaela, Esperanza o Venado Tuerto es diferente a la situación de inseguridad rosarina, donde se da en magnitud disparada por el narcotráfico y el narcomenudeo, sumado a la complicidad de sectores de la policía y la disputa del territorio por el narcotráfico. Rosario es una ciudad con puerto y desde la hidrovía surca la cocaína de países limítrofes. Lo mismo sucede sobre las rutas 11 o 34.

Evidentemente que la situación es totalmente diferente, pero el tema se plantea como problema concreto en todo Santa Fe.

—Yendo a lo electoral: ¿cómo vienen trabajando la campaña y por qué decidieron lanzarse con fórmula propia?

—Hacemos eje en la necesidad de escuchar mucho y de rendir cuentas. Nos enfocamos en una campaña de propuestas que reafirmen nuestro compromiso con la sociedad, porque buscamos que el pueblo nos apoye con cuatro años más de mandato.

Planteamos que la política debe abrir puertas y ventanas a la participación social. Desde Igualdad lo hicimos y por eso sumamos a Damián Verzeñassi, quien muy probablemente sea próximo diputado. Es médico ambientalista y sanitarista y traerá una agenda muy necesaria sobre la cuestión ambiental.

Pero además creemos que las vecinas y vecinos que están en un club, en una vecinal o en una cooperadora escolar también deben formar parte de la política. Hoy vivimos una crisis de representatividad y de legitimidad que se superpone con la económica y social. Si la política sigue en la roca y mirándose el ombligo, sin abrir sus puertas y ventanas, se va a profundizar esta distancia.

Rubén Giustiniani junto a Agustina Donnet y Damián Verzeñassi.
Rubén Giustiniani junto a Agustina Donnet y Damián Verzeñassi.

Por eso Igualdad no pudo confluir en una estrategia común con dirigentes que pensamos similares. Lo haremos seguramente en las próximas elecciones, pero bajo otra lógica. No buscamos acuerdos para preservar bancas, sino abrir nuevos caminos como lo hicimos hace cuatro años cuando llegó a la Legislatura la diputada más joven en la historia de la provincia.

—¿Qué puede decirnos sobre Agustina Donnet?

—Significó una incorporación muy novedosa para la Legislatura porque aportó miradas que antes no existían. Es fundamental entender que esta Legislatura no pudo aprobar ni siquiera una ley de acceso a la información. Lo plantemos con mucha fuerza en estas elecciones y por eso creemos que nos va a ir muy bien, tanto a nivel legislativo como de concejales.

Hoy se piden caras nuevas. Se sabe que votar más de lo mismo significa elegir entre Guatemala para que no gane Guatepeor, o entrar al cuarto oscuro con la nariz tapada. Pero cada voto de Igualdad es positivo y de esperanza.

—¿Cuál es el posicionamiento de su partido respecto de las candidaturas a gobernador y presidenciales conocidas?

—Vamos a esperar al desarrollo de las primarias para que se definan los candidatos de cada espacio político. Después de eso, y de acuerdo a las coincidencias programáticas, definiremos nuestra posición.

—¿Cómo viene trabajando Igualdad en los distintos puntos de la provincia?

—Igualdad es un espacio político, social y cultural. Realizamos actividades sociales y culturales que vienen en franco crecimiento. Propnemos la dinámica de talleres porque son una forma muy importante de participación política.

Además contamos con la cooperativa + Igualdad, que brinda un servicio muy importante para combatir la inflación. Se hace cada vez más inaccesible llegar a una góndola del supermercado, donde se da el mayor proceso especulativo y antipopular. Por eso apostamos por la economía social y el cooperativismo. Es nuestra manera de trabajar con la gente.