“No alcanza solamente con traer gendarmes y reformar la policía; hace falta contención social. Si no ponemos trabajo social profundo en los barrios, nada alcanzará”, dijo el senador Marcelo Lewandowski, ya en el traje de precandidato a gobernador de Santa Fe por el frente Juntos Avancemos.

El periodista que arribó a la práctica activa de la política en los últimos años desde la órbita de María Eugenia Bielsa, supo imponerse como senador departamental primero en 2019, y luego como senador nacional por el Frente de Todos en 2021. Y construyó ya identidad propia que lo ha instalado como la carta que el peronismo insistió en jugar para este turno electoral, a la par de las ya instaladas por Marcos Cleri, Eduardo Toniolli y Leandro Busatto.

Lewandowski habló este martes en Sí 98.9 y dejó una definición acerca de la principal demanda social hoy, al menos en la ciudad principal de la provincia, Rosario: la seguridad pública, la violencia urbana.

“Hay que saber leer lo que la sociedad busca, pero también a nivel personal. Puedo tener obras de infraestructura, pero hay demandas que exceden eso. La mayoría de la gente está desencantada, no más del 5% tiene esperanza de un futuro distinto, y es horrible levantarse cada día que pensando que no hay chances de mejorar. Es nuestra obligación mostrar que hay otros caminos. Hace falta militancia, saber escuchar, tener empatía con el otro”, dijo.

Al tocar ese tema, fue inevitable referir el problema de la violencia callejera y la penetración del crimen organizado. Su mirada va a contrapelo del catecismo punitivista y policíaco de candidatos de derecha. “La presencia de fuerzas federales es necesaria, pero si no ponemos trabajo social profundo en los barrios no alcanzará con los gendarmes. El delito está instalado, el narcotráfico penetró en la entraña social, y prospera con el lavado de activos. El Estado debe estar comprometido en los tres niveles. No alcanza solo con reformar la policía, que es una pata necesaria, es más complejo. Hace falta contención social”, señaló Lewandowski.

Recordó la mutación que experimentó México sobre su militarización el conflicto narco, que derivó en la formación de los Zetas, bandas parapoliciales de elite que se cambiaron de bando y pasaron a ser fuerzas armadas del narcotráfico.

“Lo de Rosario no es ni cerca lo que pasó en Medellín, donde hubo guerra de guerrillas, y la tasa de homicidios pasó de 300 casos cada 100 mil habitantes. Acá no estamos para nada bien, pero felizmente no estamos todavía en esa situación y ojalá no lleguemos. Hay que pensar en un compromiso de todas las fuerzas políticas, sostener una política y saber que la mejora no llegará de un día para el otro”, abonó.

Puso como ejemplo el barrio Los Pumitas, en zona norte, donde el 4 de marzo murió el niño Máximo Jerez en una balacera narco. “El barrio está relativamente pacificado, con gendarmes patrullando. Pero los yuyos están altos, hay basurales, la plaza es un desastre, el club hace lo que puede. Pero precisa ayuda, gente, profes. La escuela debe ser doble escolaridad para que los niños y niñas estén adentro contenidos con distintas actividades, no solo curriculares. Hay muchas ONG que trabajan así, a pulmón, pidiendo una ayuda. A veces llega, otras no”, analizó.

Fórmula del acuerdo

Lewandowski definió su postulación con Silvina Frana como el resultado de acuerdos concordantes en el PJ y espacios extrapartidarios que dieron apoyo. “No pertenezco a ninguna de las estructuras grandes de Nación ni de provincia. Vamos construyendo identidad propia. Sumando apoyos como el de muchos presidentes comunales que empujaron hasta el final”, dijo al evocar la larga jornada del viernes 12, cuando definió a último momento inscribir su nombre ante el Tribunal Electoral para competir en las PASO del 16 de julio.

“Tenemos ideas para continuar las buenas cosas que se han hecho, y otras que hay que corregir, pero es preciso darle continuidad a políticas, no se puede ir cada 4 años de un lado a otro. Y entre un modelo que cerraba fábricas a este que las abre, el rumbo es indudable”, agregó.