Por Leo Ricciardino

El gobierno de Santa Fe encara hoy su negociación paritaria más difícil después de que este sábado los docentes vieran en sus recibos de sueldo descuentos de más de 30 mil pesos por los días de huelga no liquidados. Ya lo sabían pero una cosa es saberlo y otra muy distinta comprobarlo.

El gobernador Omar Perotti también conoce el impacto de su decisión y por eso decidió dar explicaciones en un programa periférico y sin audiencia del canal oficial de la provincia que, dicho sea de paso, también atravesaba un conflicto con sus trabajadores. Igual iban a trascender sus dichos porque allí insistió en que “no podíamos liquidar los sueldos (de los maestros) con el aumento porque no aceptaron la oferta salarial”. Después, tras expresar su deseo de que “lleguemos rápidamente a un entendimiento” insistió en que no habrá mejoras en el ofrecimiento salarial.

Perotti perdió apoyo político interno con esta decisión, después de los repudios expresados por el diputado provincial Luis Rubeo, y por parte del Movimiento Evita que expresó sin titubeos el rechazo a “la actitud asumida por el gobierno provincial de descontar del salario de los docentes los días del paro convocado por la entidad gremial de los maestros y maestras”. Y agregó que el derecho a la huelga “no sólo está establecido en la Constitución sino que es la herramienta de lucha que tienen las y los trabajadores para expresar su disconformidad, en este caso, con el aumento ofrecido en las paritarias”.

Perotti también habló del equilibrio que debe hacer su administración entre la inversión social y la continuidad de las obras públicas fundamentales para sostener la actividad económica en Santa Fe.

Entre esos lineamientos el gobierno provincial presentó su Ley de Presupuesto que asciende a $1,87 billones de ingresos, con un ahorro que supera los $255.000 millones. Esto contempla también el primer desembolso por el acuerdo de la deuda histórica, unos $25.000 millones que serán destinados a obras de infraestructura. 

El proyecto más importante en ese sentido es el del acueducto Santa Fe- Córdoba, que demandará u$s400 millones y cuenta con financiamiento del Fondo Kuwaití, conseguido este año por Perotti y su par cordobés Juan Schiaretti durante una gira por Medio Oriente.

En cuanto a lo impositivo, el gobierno santafesino pondrá un tope del 50% a la actualización del impuesto inmobiliario, al tiempo que se reducirá la alícuota del Impuesto al Sello de 0,75% a 0,5%. Asimismo, se mantendrán rebajas y exenciones impositivas a pymes rurales, a proyectos ligados a la economía del conocimiento, entre otros. 

El ministro de Economía Walter Agosto señaló que “se deja de recaudar en pos de incentivar diversas actividades productivas o determinadas conductas de los contribuyentes, a través de tratamientos impositivos diferenciales, deducciones y exenciones”.

Este presupuesto 2023 es muy importante para el gobernador ya que el presupuesto de 2020 lo elaboró el gobierno saliente del Frente Progresista, el de 2021 no fue aprobado y el de 2022 se terminó de votar en sesiones extraordinarias comenzado el año por dificultades en las negociaciones con la oposición que pedía más fondos para ciudades como Rosario y Santa Fe.