Los inquilinos argentinos representan a uno de los sectores más perjudicados por el mega DNU que anunció Javier Milei en el inicio de su gobierno, pero esa realidad podría modificarse en el corto plazo si el Congreso pone límites a las pretensiones presidenciales.

El Decreto de Necesidad y Urgencia 70/2023 empezó a ser tratado este jueves en comisión bicameral del Congreso y se espera que ambas cámaras le den tratamiento, con la posibilidad de que sea rechazado y quede sin efecto el contenido con alcance en distintos ámbitos de la vida cotidiana, incluido los alquileres.

En ese sentido, desde las agrupaciones de inquilinos a nivel nacional anticiparon que, en caso de caerse el DNU, volvería a tener vigencia la última modificación en la Ley de Alquileres, que contempla tres años de duración, y actualizaciones semestrales atadas al índice Casa Propia.

En diálogo con Si 98.9, Emmanuel Canneli de Inquilinos Rosario analizó qué sucedería ante un rechazo o caída del DNU y deslizó: “Vuelve a tener vigencia la última modificación, que propone contratos de tres años, ajustes de seis meses ajustados con casa propia”.

Así como surgió la incógnita sobre el futuro de la Ley de Alquileres, también emergen dudas sobre el futuro de aquellos inquilinos que firmaron contratos desde la puesta en vigencia del DNU, por fuera de la Ley.

Al respecto, Canneli explicó: “Esperamos que se rechace el DNU y después veremos que se hace con los contratos ya firmados por fuera”.

En este contexto, los propietarios e inmobiliarias comenzaron a elaborar contratos sin ningún tipo de restricción, estableciendo períodos de actualización acorde a sus criterios y ajustes en base a la inflación.

Para el sector inmobiliario, este escenario posibilitó un aumento en la oferta de unidades habitacionales, aunque en el mismo sentido se dio un notable incremento en el valor de las propiedades ofrecidas para alquiler.

Consultado sobre lo que pueda pasar en los próximos días con el tratamiento del DNU, Cannelli anticipó: “Venimos manteniendo contacto con diputados y senadores. Lo que nos adelantan es que si algo faltaba para que se cayera el DNU son las manifestaciones del presidente que generan incomodidad en los sectores dialoguistas”.

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