Agentes de policía bajaron a una joven pasajera de un colectivo en la ciudad de Rosario porque transportaba un gato. Uno de los pasajeros habría detectado que el felino viajaba de manera furtiva con su dueña, y le avisó al colectivero quien llamó a la policía dado que la regla prohíbe el ascenso de animales al transporte público, salvo en caso de mascotas guía de personas discapacitadas.

La situación despertó cierto debate en redes porque el animal estaba en un bolso correspondiente que estaría permitido ser transportado. Además cuestionan la falta de empatía del resto de los pasajeros: en el colectivo no había casi nadie y el horario era pasada la medianoche.